El esfuerzo del gobierno mexicano en consolidar las cuentas fiscales es “notable”, pues logró un buen progreso al restringir el gasto y reducir la deuda, a pesar del complicado entorno internacional, aseveró Moody´s.
Lo anterior, sumado a un menor riesgo proveniente de la situación fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex), permitió que Moody´s confirmara la calificación soberana de México en A3.
Sin embargo, la calificadora internacional mantuvo la perspectiva negativa, debido a que surgió un nuevo riesgo proveniente del exterior, de la posible renegociación del tratado comercial en Estados Unidos.
“Ha habido avances en los dos factores clave que conllevaron a una perspectiva negativa el año pasado, y esto es lo que apoya que la calificación todavía se mantenga en A3”, dijo en conferencia de prensa el analista soberano para México de Moody’s, Jaime Reusche.
No obstante, abundó, la decisión de mantener la perspectiva negativa refleja otros riesgos.
“Sobre todo referidos a la posibilidad de que choques externos provenientes de los cambios de políticas comerciales en Estados Unidos, pudiesen tener un impacto en la actividad económica y llegar a afectar el proceso de consolidación fiscal en el que se encuentra México”.
Indicó que “el progreso en cuanto a la consolidación de las cuentas fiscales ha sido notorio”, pues por un lado, los ingresos del gobierno federal aumentaron 9.1 por ciento en términos reales en 2016, derivado de un aumento en los ingresos por impuestos del gobierno, de 12 por ciento.
Abundó que las autoridades también pudieron restringir el avance del gasto, lo que se refleja en un mínimo avance en el gasto corriente y hubo un ajuste en las partes del gasto que crecieron de manera más rápida.
“Esto es notorio porque la economía no está creciendo a todo motor, sino que se ve un ambiente inestable, con la posibilidad de choques eternos, entonces que las autoridades puedan mantener este rumbo de consolidación es notorio y por otro lado, vemos una historia totalmente distinta en la situación de Pemex”, dijo.
Reusche subrayó que el estimado de crecimiento para México por parte de Moody´s, se mantiene en 1.4 por ciento para 2017, “como un piso y si hay riesgos, son riesgos al alza” y de 1.9 para el próximo.
En ese sentido, consideró que el principal riesgo ahora para la calificación soberana de México proviene del exterior, de la posible renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Ello, pues aunque se prevé tendrá un resultado positivo, seguirá generando ruido y sigue el riesgo de que no llegue a buen término, lo que afectaría inversiones y perspectivas domésticas.
“De no haberse dado el efecto del choque de las renegociaciones de las políticas comerciales en Estados Unidos, viendo el progreso que hemos visto en esos dos factores, la probabilidad de que hubiésemos bajado en ese momento la calificación era baja, debido a que hubo una capacidad de respuesta, se dieron las políticas necesarias para hacer los ajustes para evitar que se bajará la calificación”, indicó.