El cardenal Norberto Rivera Carrera oró por la niñez mexicana y pidió por los que sufren abuso en sus muy diversas formas: familiar, psicológico, físico y sexual, así como los que han caído víctimas de la violencia y la delincuencia organizada.
Durante su tradicional homilía dominical celebrada en la Catedral Metropolitana, felicitó a las niñas, niños y adolescentes en ocasión de su día, al tiempo que les impartió la bendición apostólica para que lleguen a mayores con salud y desarrollen todas sus cualidades en beneficio de la sociedad y el bien común.
Rivera Carrera se congratuló porque si bien los niños tienen diferencias o se pelean con otros infantes, tienen la cualidad personal de saber perdonar de corazón y después comparten sus juguetes con quienes tuvieron alguna discusión.
De igual forma, el purpurado y los fieles presentes elevaron una oración para que no se escatimen esfuerzos en favor de la niñez mexicana para que pueda sentirse protegida y amada por las familias y toda la sociedad.
Otra de las plegarias fue por los dirigentes de las naciones “por los que tienen en sus manos los designios de la economía, la justicia y la política, para que vean en sus pueblos el rostro de Cristo y puedan solucionar sus problemas por el camino de la diplomacia y no con las armas”.
Al término de la celebración litúrgica, el Cardenal Rivera Carrera se sumó a los festejos del Día del Niño, la Niña y la Adolescencia y obsequió de propia mano dulces a quienes acudieron a la misa dominical. Los padres o tutores de los menores aguardaron la salida de los infantes en la llamada Capilla de San Felipe de Jesús.
jram