En octubre del año pasado se comenzaron a avistar apariciones de creepy clowns en lugares extraños, a veces incitando a los niños a seguirlos a los bosques, a veces jugando con cámaras de seguridad.

 

Al principio la policía no fue capaz de comprobar las denuncias que se hacían por estas apariciones, pues siempre que llegaban al lugar del suceso el payaso había desaparecido, si es que alguna vez estuvo allí. Después el fenómeno fue creciendo y hubo detenciones e incidentes.

 

Lo que comenzó como un contagio fue convirtiéndose en algo muy real. Gracias a la amplificación de Internet, pues los payasos se convirtieron en una tendencia que se extendía por Estados Unidos. Se cerraron colegios, se crearon alarmas en pueblos y hasta se reportó una muerte. Todos los detenidos por disfrazarse de payaso aseguraron hacerlo para participar en la broma, sin ninguna otra intención.

 

¿Y el muelle? El muelle es un juego sexual por el que un grupo de adolescentes se sienta con la ropa interior abajo y las chicas van rotando de pareja sexual hasta que uno eyacula y pierde. Este juego se originó en Colombia de donde viajó a España, sin embargo, no se encontró ninguna evidencia de este juego en Medellín.

 

Tres años más tarde el juego reaparecía en Madrid. Según publicaba el diario El Mundo hospitales madrileños aseguraban que 4 menores habían quedado embarazadas por jugar a la ruleta. Además, en los hospitales estaban alertando de un mayor número de menores atendidas por enfermedades de transmisión sexual, supuestamente relacionadas con esta práctica.

 

Aunque nada de lo que citaba el reportaje probaba que se jugara al muelle y las mismas autoridades sanitarias aseguraban que no había ninguna alarma por este juego la noticia se extendió a medios de todo el mundo, haciendo mucho más fácil que lo que surgió como una leyenda urbana se convirtiera, por arte de promocionarlo, en una realidad, aunque fuera aislada.

 

La ballena azul cuenta también con todos los ingredientes de un fenómeno viral que comienza porque alguien lo inventa y en su recorrido de contagio va alcanzando cada vez a más público, haciéndose más grande y aumentando así las posibilidades de que alguien pruebe suerte con ello.

 

Los participantes entran en un grupo cerrado de Facebook con este nombre en el que obtiene una lista de instrucciones. 50 retos en 50 días. Entre los retos los hay sencillos como ver películas de terror y otros más salvajes como autolesionarse escribiendo con heridas en la piel extraños códigos y publicarlos después en las redes sociales. El reto 50 es el suicidio.

 

La Policía de Colombia investiga la posible relación entre tres suicidios de jóvenes y el llamado juego suicida o de ‘La Ballena Azul’, que ha ido cobrando fuerza en internet.

 

Los investigadores buscan identificar las redes ilegales que promueven esta práctica en las redes sociales en varios países, entre ellos Rusia, México, Brasil y Colombia.

 

«Existen perfiles en redes sociales , particularmente en Facebook y otros en Twitter, en los cuales se vienen proponiendo una serie de retos en los cuales debe la persona que empieza a jugarlo documentar las pruebas que allí le exigen», comenta Fredy Bautista, jefe de la Unidad contra Delitos Informáticos de la Policía de Colombia.

 

Hasta el momento ninguno de los suicidios en Rusia se relacionó finalmente con el reto de la ballena azul, tampoco los suicidios en América Latina, pero eso no significa que la gente no haya empezado a jugar. Tampoco eso significa que sea un juego peligroso ni que no pueda serlo.

 

aarl