WASHINGTON, DC.– El presidente Donald Trump redobló sus ataques contra medios de comunicación estadounidenses este fin de semana, acusándoles de “negarse a difundir sus ‘logros históricos los primeros cien días en la Casa Blanca’”.

 
“Merecen un enorme grado de descalificación”, dijo Trump ante una multitud de seguidores incondicionales reunidos el sábado en un establo de Pensilvania, en el que “quiso mostrar su grandeza”, mientras manifestantes anti Trump eran violentamente desalojados por policías.

 

 

“CNN, MSNBC, CBS o ABC y los principales medios impresos son un desastre porque ‘se niegan a difundir nuestra larga lista de logros legislativos que incluyen 28 iniciativas, fronteras reforzadas y gran optimismo’”, por lo que rechazó asistir a la tradicional Cena Anual de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, a la que han acudido la gran mayoría de los mandatarios que lo antecedieron.

 
Agobiado por su inexperiencia, múltiples fracasos con sus iniciativas de inmigración, prohibición de ingreso de musulmanes, reforma fiscal, revocación de Obamacare, canalización de recursos para obras de infraestructura, aplastantes críticas e histórica tasa de desaprobación, Donald Trump arremetió contra el diario The New York Times.

 
Dijo que “comienza a verse como caricatura”, criticó “su horrible y sucia oficina” en Manhattan, desde donde, dijo, le acusan “sin razón” de cambiar de posición a causa de negociaciones.

 
En su intento de denigrar, desacreditar y someter a los medios que continúan criticando sus errores y contradicciones, atacó también a The Boston Globe.

 
En todo el país, incluyendo la capital de Estados Unidos, millares de personas tomaron las calles para protestar por la política ambiental, de migración y justicia de Donald Trump.

 
En Washington, Bob Woodward y Carl Bernstein, iconos del periodismo de investigación en Estados Unidos tras haber descubierto el escándalo de Watergate, que forzó la renuncia del ex presidente Richard Nixon, respondió bajo el calificativo de “fake news”.

 
“No somos fake news, no somos organizaciones en decadencia ni somos enemigos del pueblo americano”, dijo Woodward. Bernstein afirmó que “los periodistas no tenemos más perro en esta pelea política que la difusión de la más confiable versión de la verdad”.

 
Y que cuando mentir se combina con secretos, hay un camino muy claro a seguir a pesar de la oposición de los políticos.

 
Jeff Mason, presidente de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, declaró que los más de dos mil periodistas en la cena acudieron a celebrar el papel de los medios de comunicación y no al Presidente y denunció los preocupantes ataques de Trump, recordándole que “la libertad de expresión es una piedra angular de la democracia”.

 

 
El comediante Hassan Minhaj, de Daily show, fue más allá… dijo que “el líder de este país no pudo venir porque vive en Rusia” y que el “otro” estaba en Pensilvania, porque no puede aguantar una broma. Acusó a Steve Bannon de ser nazi, al vocero Sean Spicer de negar el Holocausto y al procurador Jeff Sessions de ser racista.

 
En Pensilvania, para variar, Trump atacó a Charles Schumer, líder demócrata en el Senado y a los indocumentados.
En su evento leyó versos de la canción La serpiente, de Al Wilson, comparando a los indocumentados que cruzan la frontera como un reptil a punto de morir, auxiliado por una mujer a quien terminó envenenando.