Desde 2005, la Tierra Santa tiene un toque mexicano gracias al trabajo que ha realizado un grupo de mexicanos, encabezados por el Padre Juan María Solana, quien se encuentra al frente de lo que dan en llamar en Israel como El proyecto mexicano.
Magdala se localiza en la línea costera occidental del Mar de Galilea, y desde hace 12 años se ha convertido en uno de los lugares más importantes para el cristianismo debido a los descubrimientos arqueológicos que ahí se dieron, además de que es el lugar de nacimiento de María Magdalena.
En conversación telefónica desde Israel, misma que presentaremos en dos entregas, el Padre Solana compartió con 24 HORAS cómo ha sido el proceso por el cual ha atravesado el proyecto y en qué consiste el mismo.
“El proyecto nació en 2005, cuando se trataba de construir en Galilea un centro similar al de Notre Dame de Jerusalén, que era el que vine a dirigir en ese momento y que consiste en un hotel de peregrinos, un centro cultural donde se fomenta el diálogo, el respeto, la coexistencia. Se pensó hacer algo similar en Galilea, por lo que tras investigar vimos que estaba a la venta un terreno en Magdala y se compró”, recordó quien fue nombrado en 2004, por el Papa Juan Pablo II, como encargado del Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén.
“Fundamentalmente, en el terreno se iba a construir un hotel para acoger a los peregrinos, pero casi de manera accidental se descubrieron las ruinas del pueblo de Magdala del siglo primero y entonces todo cambió drásticamente, pues se convirtió en un lugar santo del Evangelio, al cual visitan todos los peregrinos que vienen a Israel”, agregó.
Importancia histórica y espiritual
Magdala es conocida de manera tradicional por ser el lugar de nacimiento de María Magdalena, una de las mujeres que acompañaban a Jesús y quien fue testigo de la crucifixión y posterior sepultura de Cristo, además de haber sido la primera persona en ver a Cristo resucitado y recibir la encomienda de llevar la buena nueva a los discípulos reunidos en el Cenáculo.
También fue el lugar de residencia del líder judío Yosef ben Matityahu, conocido posteriormente como Flavio Josefo, quien ocupó el cargo de gobernador de Galilea durante el tiempo de la Gran Revuelta Judía (66-73 d.C.). Durante su mandato erigió una barricada de defensa alrededor de la ciudad.
Lo anterior, así como el hecho de que Magdala fue, con toda seguridad, uno de los sitios donde Jesús predicó durante su ministerio, hacen de esta zona un lugar particularmente especial para los visitantes.
“La gente viene porque recorre los lugares donde vivía Jesús, donde nació el cristianismo, donde se predicaba. También fue el lugar donde nació María Magdalena, una mujer emblemática en la historia del cristianismo. Entonces, los peregrinos y turistas que acuden aquí buscan una experiencia de fe, pero no de una fe que es de historias bonitas, sino de hechos, de lugares reales. Así que quien viene está tocando la veracidad y fundación realista de los lugares del Evangelio”, expresó Solana, quien agregó qué otras cosas puede ver y disfrutar el viajero que acuda a este lugar de la llamada Tierra Santa.
“En el parque arqueológico tenemos la sinagoga, el mercado y varias cosas más. Cabe señalar que apenas hemos excavado 10% de nuestra zona arqueológica, por lo que falta mucho y eso ayuda a dimensionar lo que es esta zona. En la iglesia, que lleva por nombre Duc in Altum, tenemos la capilla principal, la cual tiene un altar en forma de barca para recordar las predicaciones realizadas de esta manera, así como cinco capillas con temáticas del Nuevo Testamento y el atrio de las mujeres, donde se recuerda a las que acompañaban de cerca a Jesús y le servían”, explicó el Padre Solana, quien en la siguiente entrega habla de los planes inmediatos que hay y la forma como se puede colaborar para este proyecto.
Frase
“Los peregrinos y turistas que acuden aquí buscan una experiencia de fe, pero no de una fe que es de historias bonitas, sino de hechos, de lugares reales”
Juan María Solana
Sacerdote católico
Las metas de magdala
A nivel cultural
Abrir las antiguas ruinas a los visitantes para su reflexión espiritual.
Organizar seminarios y conferencias sobre el sitio y su importancia histórica y religiosa, así como de otros temas de importancia similar.
Preservar la belleza y la santidad del lugar.
Reforzar el significado y la dignidad de la mujer a través del Instituto Magdalena.
Proveer un ambiente donde los jóvenes se pueden encontrar e interactuar.
A nivel espiritual
Promover el dialogo inter-religioso entre las tres religiones monoteístas de la Tierra Santa, al igual que el dialogo entre las diversas denominaciones Cristianas.
Ofrecer nuevas oportunidades para escuchar el Evangelio y preservar el patrimonio judeo-cristiano.
Proveer lugares para oración y reflexión, como la iglesia Duc In Altum.
Proveer cursos de renovación espiritual para obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos y líderes cristianos al igual que laicos.
Ofrecer programas especiales para gente joven.
A nivel social
Ofrecer oportunidades de trabajo.
Ofrecer hospedaje de calidad a peregrinos.
Servir a la comunidad local.
Incrementar la actividad económica del área y ayudar de esta manera a promover el proceso de paz y comprensión mutua.