Al menos ocho militares mexicanos fueron condenados a 26 años de prisión por un tribunal militar por colaborar con el cártel de los Zetas, aunque -según su abogado- la única prueba son sus propias confesiones que lograron tras torturarlos.
Ramiro Ramírez señaló a Radio Fórmula que los militares fueron sentenciados por pasar información mediante mensajes de texto y llamadas al celular a un civil que, a su vez, informaba al cártel de los Zetas.
No obstante, denunció que los militares fueron torturados para obtener las confesiones.
“En este consejo (tribunal militar) presentamos las pruebas suficientes para demostrar que ellos fueron torturados, vejados y objeto de malos tratos, y no se tomaron en cuenta estas evidencias”, apuntó.
De hecho, incluso tres de los militares condenados fueron indemnizados con 50.000 pesos (2.664 dólares) por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mediante un convenio de reparación del daño por los tratos recibidos, agregó.
El caso se remonta a marzo de 2011, cuando miembros del 69 Batallón de Infantería de Saltillo, en Coahuila, fueron acusados de formar parte de una red que colaboraba con los Zetas en la región, a quienes les pagaban en efectivo a cambio de información.
Los condenados fueron el soldado Omar Alejandro Martínez, el cabo Pedro Montes, los tenientes de infantería Sócrates Humberto López, Javier Rodríguez y Marcos Augusto Pérez y los subtenientes Francisco Javier Soto Núñez, Edgar Valencia y Carlos Miguel Gallardo.
Los ocho uniformados llevaban seis años presos esperando una sentencia. “Llegamos al Consejo de Guerra confiados en que iban a ser absueltos, fueron seis años recabando pruebas”, explicó Ramírez.
Según relató el abogado, se apeló la sentencia y se “hizo valer una violación al debido proceso”, alegando que la Fiscalía no acreditó la imputación de los militares.
Ramírez explicó que durante seis años el caso fue llevado por un juez, pero que la decisión final la toma el Consejo, integrado por cinco militares de carrera.
otm