Nadie le puede escatimar al presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, su disposición a defender a su partido, aunque en el lance se muerda la lengua.

 

 

Ochoa ha sido incisivo en denunciar los actos de corrupción de “cercanos a López Obrador que, aprovechando su posición de poder, piden sobornos en efectivo’’, sin recordar que cuatro ex gobernadores de su partido están siendo buscados, acusados precisamente por corrupción.

 

 

De hecho, los dichos del líder priista han sido utilizados en la contracampaña, sobre todo de Morena, cuyos líderes han sabido pasar del papel de victimarios a víctimas, pese a las evidencias.

 

 

El estilo de Ochoa contrasta sustancialmente con los de sus antecesores, César Camacho y Manlio Fabio Beltrones; ambos enfrentaron procesos electorales complicados, siendo el mexiquense el que mejores resultados entregó.

 

 

Beltrones renunció a la presidencia tricolor luego de haber perdido cinco de 12 gubernaturas en disputa; su dimisión fue considerada un gesto de congruencia dentro del propio PRI.

 

 

Lo sustituyó Ochoa, un tecnócrata al que muy pocos conocían; su misión ahora es ganar las tres elecciones para gobernador en disputa y la mayoría de la alcaldías de Veracruz, cosa que se ve sumamente complicada, de acuerdo a las encuestas recientes.

 

 

Ochoa llamó a combatir “en unidad la oscura caverna del populismo que representan Morena y López Obrador, que quieren que el Estado de México y el país terminen como Venezuela, donde se buscaba terminar con la corrupción y lo que se acabó fue la comida’’.

 

 

Ups.

 

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En el mundo de la política sorprendió el anuncio de Jorge Castañeda, quien declinó sus aspiraciones presidenciales por la vía independiente a favor del proyecto del senador independiente -ex perredista- Armando Ríos Piter.

 

 

Apodado el Jaguar, Ríos Piter renunció a su militancia en el PRD el 14 de febrero pasado, para encabezar un movimiento basado en tres premisas: gasto mínimo de dinero para los partidos, espíritu colectivo sin demagogos ni líderes mesiánicos y acción disruptiva.

 

 

Castañeda asegura que en el país las condiciones están dadas para que la presidencia pueda ser ganada por un candidato antisistema.

 

 

¿Será Ríos Piter el Macron mexicano?

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La crisis en la UNAM va más allá de que su equipo de futbol –al que sus fanáticos creen el Barcelona- no haya calificado a la Liguilla.

 

 

Por más esfuerzos que se hagan, se vive una crisis de seguridad que no ha sido enfrentada debidamente desde la Rectoría y tampoco desde afuera, por eso que muchos consideran una torcida interpretación de “autonomía’’.

 

 

El caso es que ayer se reunieron el rector Enrique Graue y la secretaria de Gobierno de la CDMX, Patricia Mercado, quienes acordaron poner “más vigilancia en los accesos’’ al campus universitario.

 

 

Como si allí se registraran los delitos…