En este sexenio, las expediciones de permisos de residencia temporal para venezolanos se dispararon, al pasar de mil 909 en 2012 a cuatro mil 826 en 2016, lo que equivale a un incremento de 152% en ese período, según datos de la Secretaría de Gobernación.
El incremento de los permisos coincide con la crisis política, económica y social que padece el país sudamericano, conflicto que se agrava y para el cual no se encuentra aún una salida.
Tan sólo en el primer trimestre de este año, se registraron mil 456 permisos para venezolanos, sólo por debajo de Estados Unidos y Cuba. Pero respecto a 2016, el último año ejercido, los habitantes de Venezuela son los segundos que más tramitaron residencia temporal.
Para la académica de la facultad de Derecho de la Universidad La Salle, Guadalupe Peña, no es coincidencia el aumento de residencias legales. La crisis que vive el país sudamericano hace que buena parte de la gente de clase media migre, y México es una buena opción por dos aspectos: sus leyes migratorias y la expectativa económica.
“En México, nuestra Ley de Nacionalidad es muy benévola, el artículo 20, Fracción Primera, Inciso C, señala que por ser de origen latinoamericano se requiere una residencia de dos años anterior a la solicitud, cuando para los demás son cinco años”, explicó.
Como ejemplo, recordó que en Brasil, la crisis económica expulsa a migrantes en lugar de recibirlos; Colombia tiene la política de cerrar su frontera a los venezolanos; en España llegar con papeles es muy complicado; y Estados Unidos queda descartado como opción por las políticas de Donald Trump.
El factor económico también juega un papel importante. Con la reforma energética, la proyección de nuevos empleos en el sector petrolero creció, y son justamente los venezolanos quienes mayor oferta de mano de obra calificada pueden ofrecer a nuestro país.
“Gran parte de los venezolanos que trabajaban en la industria petrolera tuvieron que migrar para buscar nuevas oportunidades. La mayoría reside en Tabasco y Campeche a la espera de estos empleos”, añadió la profesora de La Salle.
Aunque todavía no es un problema, de seguir la tendencia, la migración venezolana podría generar falta de empleo, un tema donde México ya tiene deuda con haitianos y cubanos, finalizó la especialista.