Si bien la tasa de participación económica de las mexicanas mayores de 15 años es prácticamente igual entre las que tienen hijos y la que no (43.4% y 43.2%, en cada caso), las primeras tienen un perfil ocupacional muy distinto, pues más de un tercio se ocupa en el sector informal de la economía, principalmente como comerciantes.

 

 

 

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cuarto trimestre del año pasado 31.5% de las madres que trabajaban lo hacía en la informalidad, un sector en el que se ocupó 18.5% de las mujeres económicamente activas.

 
Por el contrario, en empresas y negocios formalmente establecidos se emplean más de la mitad (53%) de las mujeres sin hijos.

 
De las madres, más de una cuarta parte se emplea como comerciante, una actividad que da empleo a 22.5% de las mujeres sin hijos.

 

Infografía: Juan Ángel Espinosa

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La radiografía del sector muestra además que 64 de las madres son trabajadoras subordinadas, un porcentaje que contrasta con la cifra de tres mujeres que son empleadoras.

 
En cuanto a las horas que trabajan, de las que tiene hijos 54 de cada 100 cubre 40 o más horas a la semana, contra 64 de cada 100 mujeres sin hijos.

 
Datos del INEGI también permiten observar que una mayor proporción de las mujeres madres ocupadas perciben menos ingresos que las mujeres ocupadas sin hijos. Una de cada dos (51.3%) madres ocupadas tiene ingresos de hasta dos salarios mínimos. Esta situación se presenta para 42.0% de las mujeres que aún no son madres.

 
Las cifras a nivel nacional muestran que 43.8% de las personas ocupadas en la economía son mujeres y su aportación al Producto Interno Bruto se ubica en 37%.
Sin embargo, el valor del trabajo no remunerado que realizan en las labores domésticas y de cuidados equivalente a 18.0% del Producto Interno Bruto.