WASHINGTON DC.- Legisladores estadounidenses externaron tristeza y lamentaron la burla sin precedentes del presidente ruso, Vladimir Putin, quien visitará la Casa Blanca en julio, y su canciller Sergey Lavrov, por el despido del director del FBI.
Y es que, en medio de la polémica por la investigación sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales que ganó Donald Trump, Lavrov dijo que trabajan con Estados Unidos en la “remoción de obstáculos para la cooperación”.
Los legisladores Gregory Meeks, Hakim Jeffries, Nidia Velazquez, entre otros, señalaron que el despido de James Comey es un ataque a la democracia con el que se busca debilitar al FBI y, en consecuencia, los avances en la indagatoria, para encubrir una turbia relación con Moscú y reiteraron su demanda para nombrar a un fiscal independiente para investigar el caso.
Mientras, desesperado por justificar la remoción de Comey, el Presidente Donald Trump contradijo los argumentos plasmados en su carta de despido y que fueron reiterados por el Vicepresidente Mike Pence y sus voceros.
En la carta Trump atribuyó el despido a la recomendación del Procurador y Sub Procurador de Justicia y a su interés “de velar por los intereses del pueblo Americano”.
Sin embargo, se ha acusado que la verdadera razón fue su coraje y frustración por el trabajo del FBI para determinar la posible colusión de Rusia con el Comité de campaña de Trump en la elección presidencial y que Comey se negó a informar al mandatario, al Procurador Jeff Sessions y al Sub Procurador Rod Rosenstain, los temas que abordaría en la audiencia del pasado 3 de mayo ante el Senado, lo que Trump calificó como “insubordinación”.
En entrevista para la cadena MSNBC Trump reveló ayer que hace tiempo determinó despedir al director del FBI “independientemente de la recomendación del Procurador y el Sub Procurador”.
Trump y ambos funcionarios destacaron que la reputación del FBI se dañó y Comey no tenía ya la confianza y respeto de los empleados a su cargo, lo que repitió Sarah Huckabee, vocera presidencial, insistiendo en que Comey “cometió atrocidades”.
Sin embargo, Andrew McCabe director en funciones del FBI los desmintió enfáticamente ayer durante una audiencia ante el Senado.
“Aún después de su despido sin precedentes en la historia de la institución, el director Comey tiene un amplio apoyo, respeto y toda la confianza de la gran mayoría de los 35 mil empleados” dijo McCabe, quien confesó que para él “fue un honor y un privilegio trabajar como asesor antiterrorismo con Comey”.
Los senadores pidieron al director McCabe comprometerse a informar si de alguna manera la Casa Blanca trata de frenar o influir en la investigación sobre la injerencia Rusa en las elecciones, que finalmente favoreció a Trump.
Por otra parte, James Comey envío una carta de despedida al personal del FBI, agradeciendo su apoyo, en la que reconoce que “un presidente puede y tiene facultades para despedir a un director del FBI con o sin razones justificadas”.
El Presidente Trump sigue analizando la lista de candidatos de quien sucederá a James Comey en la dirección del FBI.
aarl