Estados Unidos condenó el lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte y pidió que la comunidad internacional sancione al régimen de Pyongyang.

 

“Que esta última provocación sirva como un llamado a todas las naciones para implementar sanciones mucho más fuertes contra Corea del Norte”, manifestó el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, en un comunicado.

 

“Con el misil impactando tan cerca del suelo ruso -de hecho, más cerca de Rusia que de Japón- el presidente (Donald Trump) no puede imaginar que Rusia esté satisfecha”, señaló.

 

El ensayo fue detectado por el Comando estadunidense del Pacífico en Hawai y una declaración a la prensa de un oficial estadunidense indicó que el cohete disparado “no era un misil balístico intercontinental”.

 

“La evaluación estadunidense de la amenaza no ha cambiado desde el punto de vista de la seguridad nacional”, refirió un funcionario estadunidense a la prensa.

 

Pese a que las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte han sido más altas de lo habitual en los últimos meses, un diplomático norcoreano dijo a la agencia de noticias Yonhap de Corea del Sur que el régimen de Pyongyang está abierto a conversaciones con Washington “en las condiciones adecuadas”.

 

A principios de este mes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que estaría dispuesto a reunirse con el líder norcoreano Kim Jong-un “en las circunstancias adecuadas”.

 

Ningún presidente estadunidense en funciones se ha reunido con el líder de Corea del Norte y la idea es extremadamente polémica.

 

“Corea del Norte ha sido una amenaza flagrante por mucho tiempo, Corea del Sur y Japón han estado observando esta situación muy de cerca con nosotros”, apuntó Spicer en su declaración.

 

El régimen de Kim ha buscado avanzar en sus programas de misiles nucleares y balísticos, mientras que el gobierno de Trump ha realizado una demostración de fuerza en la región para disuadir el desarrollo de esos programas.

 

Japón y Corea del Sur también condenaron la acción de Corea del Norte y la calificaron como una grave amenaza para la región y una violación de las resoluciones de Naciones Unidas (ONU) sobre los programas de armas.

 

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ordenó a su gobierno “prepararse para todas las posibles contingencias”, según su oficina.

 

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, también expresaron su preocupación por la escalada de tensión en torno a la península de Corea.

 

Corea del Norte ya disparó el 12 de febrero desde la misma base aérea de Kusong un misil balístico de medio alcance Pukguksong 2 (Estrella polar-2, en coreano), prueba que fue calificada de éxito por el régimen que lidera Kim Jong-un.

 

Posteriormente realizó otras tres pruebas fallidas con misiles balísticos a lo largo del mes de abril, la última de ellas el día 29 desde Bukchang, en la provincia de Pyeongan del Sur (centro del país).

 

Estos ensayos desencadenaron un período de máxima tensión en la península de Corea, unidos a la posibilidad de que Pyongyang realizara una prueba nuclear.

 

aarl