El Presidente Donald Trump confirmó ayer, lo que en la víspera desmintió el General Herbert Raymond McMaster, su asesor de Seguridad Nacional.

 

 

Trump sí compartió información altamente sensitiva sobre el Estado Islámico aparentemente de los servicios de inteligencia de Israel, -sin autorización de este país- en la reunión cerrada del 10 de mayo pasado con el Canciller Ruso Sergey Lavrov y su embajador Sergey Kislyak.

 
El encuentro fue solicitado  personalmente por el Presidente Vladimir Putin, a la que sólo medios rusos tuvieron acceso, de acuerdo con un reporte del diario The Washington Post.

 

 

“Quise compartir con Rusia detalles sobre terrorismo y seguridad de vuelos de aerolíneas, con todo el derecho que tengo, sobre hechos relacionados con el terrorismo y seguridad de vuelos comerciales”, señaló Trump, vía Twitter, la mañana de este martes.

 

 

Dijo que lo hizo “por razones humanitarias” y para que “Rusia se involucre más en la lucha antiterrorista”.

 

 

Más tarde, al recibir al Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en la Casa Blanca, Trump fue mucho más cuidadoso y bajo presión, sólo respondió que tuvo una gran reunión con el canciller Lavrov, que “será determinante en el éxito de la lucha contra ISIL (Estado Islámico) y otras organizaciones terroristas que espera derrotar con apoyo de Turquía”.

 

 

La noche del lunes, el General McMaster, Asesor Nacional de Seguridad, dio una breve declaración en la Casa Blanca calificando de “falsa” la historia del diario The Washington Post en la que se dio a conocer que Trump entregó información clasificada a los rusos.

 

 

El efecto del “control de daños” duró poco tiempo.

 

 

 

En sus viscerales tweets cotidianos, la mañana de este martes, Trump confirmó que compartió la información clasificada y defendió “su derecho a hacerlo”, ante lo cual el General McMaster, altamente respetado, se volvió a referir al tema al hablar de la gira presidencial, que comienza el viernes, a Arabia Saudita, Israel y Roma; y en respuesta a un alud de preguntas, sin desmentir, dijo que “la decisión del Presidente Trump, de revelar información altamente clasificada (aún sin autorización de la fuente) fue “totalmente apropiada”.

 

 

Expertos de la comunidad de inteligencia consideran que compartir información clasificada con los rusos, más preocupados por apoyar a Bashar al Assad, Presidente de Siria, que por frenar el baño de sangre en ese país, reducirá la obtención de información clasificada de otros países, pone en riesgo a quienes la obtienen y en consecuencia, limitar las posibilidades de agencias espías de Estados Unidos.

 

 

Un grupo de 50 expertos en Seguridad Nacional, de filiación republicana, que emitieron una declaración en agosto del año pasado, reiteraron su afirmación de que “Donald Trump no está capacitado para ser Presidente de Estados Unidos”.

 

 

“Un presidente debe escuchar a sus asesores, considerar puntos de vista conflictivos, reconocer errores y aprender de ellos, ser disciplinado, controlar sus emociones y actuar luego de reflexionar. Donald Trump no tiene ninguna de esas cualidades, es incapaz de separar la mentira de la verdad, carece de auto-control, no tolera la crítica y con sus continuos errores pone en riesgo el papel y relación de Estados Unidos con el mundo” opinan en el documento.

 

 

En el Capitolio, Paul Ryan, presidente de la Cámara Baja dijo que espera una explicación en una sesión clasificada. Mitch Mc Connell, líder del Senado, declinó hacer comentarios.

 

 

Legisladores demócratas y republicanos pidieron a la Casa Blanca entregar las grabaciones y transcripciones, tanto de la reunión del presidente con James Comey, a quien destituyó como director del FBI y a las que el mismo Trump hizo referencia, así como de las de la reunión del 10 de mayo en la oficina Oval, con el Canciller Ruso y su embajador, en la que compartió la información altamente clasificada.

 

 
Colaboradores de Trump están preocupados de que hacerlo aumente la vulnerabilidad de Trump, y fortalezca la posibilidad de un juicio político.

 

 

 

Charles Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado dijo que “debe entregarlas si no tiene nada que temer”.

 

 

“El pueblo estadounidense tiene derecho de una completa explicación sobre este caso”, dijo Schumer.

 
“No aclararlo fortalecerá la percepción de un presidente incapaz de manejar nuestros más valiosos secretos”.

 

 

Mark Warner, ex Gobernador de Virginia ahora integrante del Comité de Inteligencia del Senado, dijo que es preciso saber, a través de las grabaciones y transcripciones, lo que realmente ocurrió en la reunión cerrada con los sonrientes funcionarios rusos, a la que sólo tuvieron acceso periodistas de ese país”.

 

 

Mike Pompeo, director de la CIA, informará al Comité de Inteligencia de la Cámara baja sobre los temas que discutió Trump en la reunión con Lavrov.

 

 

Senadores demócratas como Richard Blumenthal, Amy  Klobuchar o la republicana Susan Collins analizan la posibilidad de requerir todos los tapes o cintas de la Casa Blanca, para preservarlos como evidencia, antes de que puedan ser destruidos o desaparecidos.