A unos días del ataque que sufrió a puñaladas mientras ofrecía una misa en Catedral Metropolitana, la salud del sacerdote Miguel Ángel Machorro empeoró; la noche del miércoles presentó signos de falta de riego sanguíneo y taquicardia, además de daño neurológico, lo cual produjo parálisis en la mitad de su cuerpo, informó la Arquidiócesis Primada de México.
Cabe destacar que su agresor es adicto al videojuego Assassin’s Creed, en el que los personajes asesina, principalmente, mediante el uso de cuchillas.
Según el informe médico, el sacerdote recuperó la conciencia la noche del miércoles, y ahí es cuando los médicos detectaron los primeros indicios de la parálisis de la mitad de su cuerpo. Al aplicarle una resonancia magnética donde encontraron daño cerebral.
“(El padre Machorro) sufrió una parálisis del lado derecho del cuerpo, como consecuencia de un daño en el hemisferio cerebral izquierdo. Lamentablemente esta condición neurológica ha empeorado esta mañana (de ayer), además de presentar una bradicardia importante”, informó la Arquidiócesis.
Junto al daño cerebral y circulatorio, el personal médico detectó sangrado en el tubo digestivo, cuyo origen al parecer es congénito pero se aceleró por la hemorragia del lunes por la tarde, tras el ataque en Catedral Metropolitana.
Sobre el agresor, citando a la procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México, la Arquidiócesis afirmó que se trata de Juan René Silva Martínez, originario de San Luis Potosí.
Sigue sin conocerse el móvil del ataque, pero Silva Martínez fue diagnosticado por personal del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez con trastorno psicótico y una adicción al videojuego Assassin’s Creed, lo cual puede ser el origen del ataque.
La mención de dicho videojuego es importante para las autoridades, ya que la trama gira en torno a la lucha entre órdenes religiosas que quieren dominar el mundo a través del conocimiento entregado a los mortales por fuerzas divinas, añade la Arquidiócesis.
otm