La noche del pasado 15 de mayo, un autobús de renta trasladaba a Ciudad de México a 29 agentes , quienes vestían ropa de civil y no portaban su armas, para tomar su periodo de descanso tras prestar sus servicios durante 25 días continuos en el puerto de Acapulco.
En un comunicado se informó que de acuerdo con su testimonio, alrededor de las 22:15 horas, adelante de la caseta de Alpuyeca, en el municipio de Xochitepec, Morelos, “el conductor del autobús detuvo su marcha para revisar una falla mecánica, momento en el cual sujetos armados abordaron el camión y amenazaron de muerte tanto al chofer como a los tripulantes, y los despojaron de sus pertenencias”.
Tres días después del incidente, la Comisión Nacional de Seguridad informó que al ser robados, los policías federales de Gendarmería no actuaron para no poner en riesgo al chofer.
“los elementos de la Policía Federal tomaron la decisión de no poner en riesgo al civil y a sus propios compañeros, al incurrir en una actuación que pudiera haber derivado en lesiones o pérdidas humanas. Los agresores descendieron del autobús y huyeron del lugar”.
La Comisión Nacional de Seguridad manifestó su compromiso, de que en este tipo de sucesos no habrá impunidad, ante lo cual se procederá jurídicamente y se actuará para ubicar a los responsables.
aarl