México se ubica en segundo lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con las tasas más altas de obesidad en adultos, solo debajo de Estados Unidos.
El organismo internacional advirtió que las tasas de obesidad entre los 35 países que integran la OCDE continuarán al alza por lo menos hasta 2030, con Estados Unidos y México con los registos más altos.
De acuerdo con información actualizada por la obesidad en la OCDE, con motivo del Día Europeo de la Obesidad, este 20 de mayo, es más probable que las personas con bajo nivel educativo o socioeconómico sufran sobrepeso.
Los datos revelan que en la zona de la OCDE, más de uno de dos adultos y uno de cada seis niños tiene sobrepeso u obesidad; “la epidemia de la obesidad se ha propagado más en los últimos cinco años, aunque su ritmo se ha aminorado”, precisó.
Indicó que los países con las tasas más altas de obesidad en adultos son Estados Unidos, México, Nueva Zelanda y Hungría, y aquellos con las más bajas son Japón y Corea.
Nuevas proyecciones de la OCDE muestran también un aumento constante en dichas tasas hasta por lo menos 2030, sobre todo en Estados Unidos, México e Inglaterra, donde se estima que 47, 39 y 35 por ciento de la población serán obesos en 2030.
Comentó que las personas con un nivel educativo menor o una condición socioeconómica más baja tienen más probabilidades de sufrir sobrepeso u obesidad y, por lo general, la brecha es mayor en el caso de las mujeres.
Las mujeres suelen ser más obesas que los hombres, aunque en los países de la OCDE con datos disponibles, la obesidad, en términos generales, se ha elevado más rápido en los hombres.
El organismo apuntó que en la información actualizada también se destaca los nuevos avances en políticas de comunicación destinados a combatir la obesidad puestos en marcha en los países miembros.
Estos incluyen nuevos mecanismos de etiquetado de alimentos de fácil comprensión; campañas en medios masivos para aumentar la conciencia del público; uso de redes sociales y nuevas tecnologías para campañas de promoción de la salud, y reforzamiento de la regulación de la comercialización de productos potencialmente poco saludables, en particular los dirigidos a los niños.
jram