Para el ruso Aleksei Makeev, humillar y sobajar a las personas era una actividad cotidiana común. Sin pena alguna grababa y ofendia en su idioma, niños y mujeres era sus principales víctimas,  a los niños los llamaba «simios» y en su perorata mientras grababa describía como agredería a quien grababa en ese instante.

 

Sin pena alguna confesó haber violado a una mujer. «Ella gritaba, no, no, no» dice frente a cámara. «Y pues yo la violé».  y enseguida explica la forma: «Así nomas, sin preparme, sin condón, porque ella gritaba que no. Al día siguiente yo andaba revisando que ella no vaya a la policía  a decir que la violé». Confiesa el ruso.

 

Al principio del video, un noticiero ruso da cuenta de las fechorías que hacía en su país natal.