A través del programa Asombrosamente, que cada lunes se transmite a las 21:00 horas por NatGeo, es posible conocer como cómo funciona el cerebro humano, la manera en que la mente condiciona el comportamiento en la vida diaria. Y una de las reacciones más comunes en todo ser humano es el estrés que generan diversos factores, como el exceso de presiones, el trabajo, la falta de dinero o el irse a vivir a otro país.
En el episodio titulado Estrés, que se transmite el lunes 29 de mayo, se aborda de manera particular el estrés y las reacciones emocionales por las que atraviesan los inmigrantes cuando llegan a otro país y comienzan a tratar de adaptarse a su nueva realidad.
En una charla telefónica con 24 HORAS, la consultora en liderazgo e inteligencia emocional y adaptación cultural para inmigrantes, Laura Celis, comentó cuáles son los retos a los que se enfrentan quienes cambian de cultura y país en búsqueda de una vida mejor.
“Cuando las personas llegan a otros países, y lo hacen de manera irregular o ilegal, normalmente su entrada está llena de abusos y violencia, y eso los lleva a aislarse”, comentó, al tiempo que señaló cuáles son los pasos básicos que debe dar el inmigrante para que su adaptación sea lo menos difícil posible.
“Es muy importante que los inmigrantes eviten aislarse, que es algo que hacen comúnmente. Para tener apoyo necesitan pertenecer a la nueva sociedad, lo cual no es sencillo en el inicio, pero deben hacerlo. Es importante tener un amigo local, pertenecer a alguna organización y empezar a entender cuáles son las ventajas de esto y cómo se traducen en sus vidas. Por ejemplo: deben aprender a celebrar y festejar las fechas especiales del país donde lleguen, aunque eso no implica que dejen de celebrar las fechas importantes de su país de origen. El pertenecer a una nueva sociedad debe ser una iniciativa proactiva del migrante. Quienes no lo hacen se aíslan y nunca llegan realmente a formar parte de esa nueva sociedad. Por eso es bueno y necesario tener una red de apoyo, la cual debe estar formada por compatriotas con los que se van a compartir ciertas cosas que sólo entre ellos pueden entender”, aseveró.
LOS PASOS A SEGUIR
Para ayudar al inmigrante en su proceso de adaptación, Celis señala como punto primordial el aprender el idioma del país o región a la que se llega.
“Lo primero es hablar el idioma y buscar un lugar donde tengan una red de apoyo. Si tengo que hablar permanentemente un idioma que no es mi lengua materna, eso causa estrés y aislamiento, aunque esto pasa, incluso, en personas que llegan a hablar bien el idioma. Esto se debe a que el vocabulario emocional de una persona siempre va a estar ligado al de su lengua materna, por eso deben tratar de adaptar el vocabulario emocional del país al que llegan con el propio. Hablar el idioma del lugar al que llegas te brinda un estímulo para poderte integrar mejor”, afirmó la también educadora transcultural, quien señaló que la adaptación puede durar meses o años.
“El proceso de adaptación puede durar de tres meses a un año, tiempo que toma, en promedio, superar el estrés que les causa el choque cultural. Eso es lo que dicen los científicos. Sin embargo, como no es una regla, puede haber gente con más de 10 años de haber migrado sin poder conectarse, sintiéndose amenazada permanentemente, y muchas de esas personas son a las que les cuesta trabajo aprender y hablar el nuevo idioma. Por eso son tan importantes las organizaciones comunitarias, escolares, vecinales, que deben tener como objetivo programas para ayudar a las personas en ese sentido. Y quienes no hablen el idioma, deben buscar formas de darse a entender, pues muestra el deseo de conectar con el otro. Esa es la actitud que deben tener ambas partes, quienes migran y quienes reciben al inmigrante”.
LA INTEGRACIÓN, ESENCIAL
Para Celis, conforme un inmigrante se integre más rápidamente a su nueva sociedad, el estrés generado por el cambio disminuirá.
“El odio genera estrés en la mente del migrante, no importa cuál sea el discurso xenófobo. Así que uno de los retos para ellos es entender a la sociedad a la que están llegando, participando activamente en ella. Hay muchos niveles de participación, pero conforme haya más interacción, eso irá abriendo más puertas y cambiará la percepción que se tiene del migrante”, comentó.
Finalmente, señaló que el proceso de adaptación de un migrante a una nueva cultura no depende tanto de su bagaje cultural, sino de la actitud con la que enfrente su nueva vida.
“Hay países que tienen una larga historia de migración, y esto ayuda a la gente a acostumbrarse a las diferencias y adaptarse a esa situación. Pero más que de cultura o nacionalidad, es una cuestión de personalidad, pues la gente que migra muchas veces tiene una naturaleza exploradora, es curiosa por naturaleza y esto les ayuda a tener una mejor adaptación. Mucho tiene que ver la manera como tomen las cosas, pues quienes lo vean como algo que va a pasar pronto, o que es temporal y regresaran a sus países, no van a tener mucho éxito en adaptarse, concluyó.
LA ACTITUD CORRECTA
Celis también habló acerca de lo que puede y debe hacer la persona que recibe a un inmigrante en su sociedad: “De entrada, aprovechar toda esa energía nueva que trae el inmigrante, pues éste casi siempre llega con el gran deseo de salir adelante, de tener una vida mejor. Hay que entender que la gente que migra lo hace, por lo general, como reacción a la supervivencia, entonces hay que acoger entendiendo que aunque sean diferentes, eso le puede dar una inyección de energía a mi comunidad y país”.
FRASE
“Es muy importante que los inmigrantes eviten aislarse, que es algo que hacen comúnmente. Para tener apoyo necesitan pertenecer a la nueva sociedad, lo cual no es sencillo en el inicio, pero deben hacerlo”
Laura Celis
Consultora en adaptación cultural para inmigrantes