Aunque formalmente Manlio Fabio Beltrones se encuentra en stand by, no ha dejado el activismo político, lo que tiene a más de uno inquieto en el PRI.
Beltrones ha participado por lo menos en tres foros, junto a Diego Fernández de Cevallos, para reiterar su propuesta de establecer en la Constitución y leyes electorales la segunda vuelta.
Los argumentos son ampliamente conocidos: por lo menos en las últimas dos votaciones, el ganador de la contienda presidencial lo hizo con apenas 30% de la votación válida.
Es decir, con 70% de los votantes en contra.
La propuesta es que si en la elección constitucional no hay un candidato que supere 50% de la votación, entonces se realice una segunda vuelta.
Ello no sólo daría mayor legitimidad al ganador, sino que haría posible los gobiernos de coalición “para evitar gobernar con un programa de gobierno y no con ocurrencias”.
Entre académicos la propuesta ha sido recibida, desde hace varios años, de buen talante.
Pero son los partidos políticos los que se niegan a entrar de lleno a este debate que, por lo visto, ya no se hará para la elección de 2018, a menos que ocurra un milagro.
La cuestión es que tanto ha empujado Beltrones la propuesta de la segunda vuelta, que ya hasta el ex mancerista-perredista y hoy flamante miembro de Morena, Miguel Barbosa, lo señala como el padre de la “alianza” nonata entre el PAN y el PRD para la presidencial del próximo año.
Barbosa no sólo anda despistado, sino que de paso le hace un favor a Beltrones: colocarlo como el ideólogo de una oposición dividida, lo que eleva los bonos del sonorense dentro de su propio partido.
A lo mejor por eso.
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¡Vaya momento que se vivió ayer en un restaurante de Polanco!
Sucede que en una mesa del local se encontraba el ex secretario general del SNTE, Rafael Ochoa, comiendo con varios reporteros, cuando hizo su aparición el actual dirigente, Juan Díaz de la Torre.
El actual secretario general no vio de entrada a Ochoa, quien recientemente hizo oficial su apoyo y el de un grupo de maestros de la Sección 36 a la candidatura de Delfina Gómez.
Pero cuando fue llevado a su mesa, en donde ya era esperado por una mujer, quedó justo enfrente de Ochoa, al que fue inevitable ver.
Un frío cruce de miradas a manera de saludo y nada más; cada quien con sus invitados.
Por cierto, Ochoa informó que el acoso –así lo llamó- emprendido desde el Gobierno estatal en contra de su hija, Arabela Ochoa Valdivia, se ha intensificado, pues no sólo fue amonestada por la Consejería Jurídica del Gobierno estatal, sino que a partir de ayer comenzaron a realizarle una auditoría que, según le dijeron, tardará ocho meses.
Con todo, Ochoa aseguró que no se raja y va con el apoyo de un sector del magisterio mexiquense en respaldo de Gómez.
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Parece que en el Gobierno del Estado de México ya les tomaron la medida a las autoridades de la CDMX, pues pese a las contingencias ambientales históricas, en el territorio de Eruviel Ávila hacen como que no pasa nada.
Y nada hacen al respecto.