GUADALAJARA. A ritmo de cumbia villera, sonidos andinos, bullerengue, tango y afrobeats, agrupaciones sudamericanas como Campo, King Coya & The Queen Cholas y LA BOA hicieron bailar a decenas de personas en el Teatro Estudio Cavaret, en la ciudad de Guadalajara, donde la víspera se realizó un concierto con propuestas latinoamericanas como parte de la cuarta edición de la Feria Internacional de la Música, FIMPRO.

 

El cartel lo completó la cantautora guatemalteca Gaby Moreno, quien cautivó a los asistentes con una íntima presentación, arropada sólo por su voz melódica y su guitarra acústica.

 

El colectivo uruguayo encabezado por el productor Juan Campodónico, Campo, inició el festín sonoro con su fusión de música electrónica, rock, cumbia, tango y un toque de música urbana, propuesta que invitó a los presentes a romper el silencio y contonear el cuerpo.

 

Foto: Cortesía FIMPRO

 

 

Campodónico, quien es un reconocido por su trabajo en la producción con Café Tacvba y Ximena Sariñana, y hace parte del colectivo Bajofondo, presentó por primera vez en vivo algunas de las canciones que conforman Tambor del Cosmos, la nueva producción discográfica de su agrupación, la cual completan Verónica Loza, Martín Rivero y Pablo Bonilla.

 

Bailar quieto, Huracán y Tambor del Cosmos sonaron por el recinto jalisciense, donde se reunieron gestores culturales, productores, músicos y público que hace parte de la FIMPRO, uno de los principales puntos de encuentro entre los expertos de la industria musical en México y Latinoamérica, reunidos en esta ciudad para dialogar sobre las nuevas direcciones y retos que ésta debe tomar.

 

Desde los Andes del norte argentino llegó King Coya como una versión imaginaria y digitalizada de Gaby Kerpel, una propuesta que fusiona cumbia tradicional colombiana y folclore argentino con música electrónica. Su trabajo funciona como un puente que conecta a la música indígena de Sudamérica con la escena bailable del mundo.

 

Foto: Cortesía FIMPRO

 

Acompañado de The Queen Cholas, un grupo de bailarinas ataviadas con una versión modernizada de la indumentaria tradicional peruana y máscaras de llamas, King Coya sorprendió a propios y extraños con sus canciones de cumbia y hip hop, cuyos coros correspondieron a voces provenientes de distintas regiones del mundo, sin perder el sabor sudamericano.

 

La psicodelia afrocaribeña y la percusión  africana brillaron con La BOA, Bogota Orquesta Afrobeat, agrupación que regaló un cierre eufórico. Su propuesta de exótico afrobeat mostró la grandeza y riqueza de las raíces afro-colombianas para beneplácito de todos aquellos amantes de los ritmos latinoamericanos.
JMS