LONDRES. El Arsenal sorprendió este sábado al Chelsea (2-1), vigente campeón de la Premier League, y, contra todo pronóstico, se coronó campeón de la FA Cup (Copa de Inglaterra), convirtiéndose, con 13 títulos, en el equipo más exitoso en la historia de la competición.
El chileno Alexis Sánchez y el galés Aaron Ramsey fueron los encargados de ver portería en unos ‘Gunners’ que se toparon nada menos que tres veces con los palos y que contaron con el buen hacer del colombiano David Ospina, quien salvó a los suyos con una gran parada a disparo de Diego Costa en los instantes finales.
Arsene Wenger, que todavía no ha dado pistas sobre su futuro -termina contrato el próximo 30 de junio y no ha revelado si renovará-, necesitaba un triunfo hoy en Wembley para salvar la temporada, decepcionante hasta ahora.
Humillados en la Liga de Campeones y quintos en la Premier League, fuera de la próxima Champions, levantar la FA Cup supondría una inyección de moral para unos ‘Gunners’ ávidos de alegrías y que buscaban su tercera Copa en los últimos cuatro años.
Pese a las ausencias en defensa -Koscielny sancionado y Mustafi y Gabriel lesionados-, el preparador francés se aferró al 3-4-3 que tan buenos réditos le ha dado en las últimas semanas y formó con una zaga inédita: un joven con poca experiencia al máximo nivel (Holding), un lateral reconvertido (Monreal) y un veterano con apenas 37 minutos de juego en toda la temporada (Mertesacker).
Por su parte, el Chelsea, vigente campeón de liga, buscaba el ‘doblete’ que coronara su excelsa temporada, la primera de su técnico, Antonio Conte, en Inglaterra.
La sorpresa en la final del torneo más antiguo del mundo llegó muy temprano, a los cuatro minutos del pitido inicial, cuando Alexis, en una jugada muy polémica -se llevó el balón con la mano- pescó un rechazo y batió con la derecha a Courtois para subir el 1-0 al marcador de un estadio de Wembley repleto hasta la bandera.
El tanto dejó ‘tocado’ a los de Conte, que no respondían al dominio de sus vecinos. Poco después, Özil estuvo cerca de ampliar la ventaja de los suyos con un disparo picado que repelió muy bien el guardameta belga.
No había noticias del Chelsea en la primera mitad. El equipo que barrió en la Premier League parecía exhausto, falto de fuerzas en el último partido de la temporada, y a punto estuvo de verse prácticamente fuera del partido cuando Welbeck se topó con el palo tras un saque de esquina de Özil.
En el segundo tiempo revivieron ligeramente los del suroeste de la capital, y Ospina fue obligado a realizar su primera intervención de mérito al poco de la reanudación cuando Alexis perdió un balón en el centro del campo y Victor Moses disparó a bocajarro desde dentro del área.
El futbolista nigeriano, uno de los destacados este curso, se borró de la final poco más tarde, cuando simuló un penalti y vio la segunda amarilla en el minuto 66. El partido se le puso todavía más de cara a los ‘Gunners’: ventaja en el marcador y jugando contra 10.
Pero como suele suceder, perdonó el Arsenal y lo acabó pagando. A falta de un cuarto de hora para el final, Willian, quien había ingresado poco antes por Pedro, puso el balón con el exterior al corazón del área, donde apareció Costa, que controló con el pecho, se quitó de encima a Holding y batió con la derecha a Ospina.
Sin embargo, la felicidad duró poco en casa de los ‘Blues’, que tres minutos después vieron como Ramsey perforaba su portería tras una magnífica jugada combinativa con Giroud que el centrocampista galés remató en plancha de cabeza.
Ahí apareció Ospina, que se disfrazó de héroe en los instantes finales para repeler desde el suelo un remate a bocajarro de Costa cuando el internacional español lo tenía todo a su favor.
No se volvió a mover el electrónico en Wembley y el Arsenal sorprendió al vigente triunfador en la liga y se coronó campeón de la prestigiosa FA Cup por decimotercera vez, endulzando ligeramente una temporada hasta ahora extenuante y decepcionante y convirtiéndose en el equipo más exitoso en la historia del torneo.
JMS