El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tendrá que declarar en persona el 26 de julio como testigo en un juicio por corrupción en el que supuestamente está vinculado su partido, el PP (centroderecha).
El tribunal del llamado “caso Gürtel” decidió hoy la comparecencia física de Rajoy, que había pedido declarar como testigo por videoconferencia.
El tribunal considera que Rajoy no comparecerá como jefe del Ejecutivo sino como ciudadano español, aunque ha aceptado la fecha que propuso para testificar.
El caso Gürtel se ocupa de supuestos pagos ilegales al PP entre 1999 y 2005, período en el que el actual jefe del Ejecutivo ocupó altos cargos directivos en el partido, del que es presidente desde 2004.
Por ese motivo la Audiencia Nacional española llama a Rajoy como testigo. Cuando se conoció que el tribunal la convocaba, hace un mes, Rajoy dijo a la prensa que iría “encantado” a testificar, lo que consideraba “un acto de pura normalidad”, en democracia.
El de Gürtel es uno de los casos de corrupción más relevantes de los últimos años en España y se centra en investigar una red de contratos amañados entre empresarios y cargos del PP durante varios años, así como la existencia de una supuesta contabilidad paralela en el partido alimentada por pagos opacos.
aarl