LOS ÁNGELES. La comediante estadunidense Kathy Griffin denunció hoy que recibió amenazas de muerte y que el Servicio Secreto la contactó, tras la broma que hizo sobre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Griffin aseguró que es víctima de bullying por la familia Trump, después de haber colocado en las redes sociales una fotografía en la comediante aparecía tomando “una cabeza ensangrentada” del presidente.
“La familia Trump está haciendo uso de todo su poder para atacarme y para destruir mi carrera por siempre”, denunció la polémica comediante.
Griffin reiteró este viernes en rueda de prensa sus disculpas por lo que llamó “una broma pesada que rebasó la línea como comediante”.
La fotografía en cuestión fue una parodia mal recibida, luego que fue objeto de severas criticas en redes sociales y hasta criticas del propio presidente Trump.
No obstante, la comediante anunció que está lista para ser respaldada por la abogada de derechos civiles, Lisa Bloom, para luchar contra la reacción del público en medio de una investigación por el Servicio Secreto.
Griffin aseveró que la familia Trump está decidida a arruinarla y que sus partidarios están emitiendo amenazas de todo tipo.
“Las amenazas de muerte que estoy recibiendo son constantes y detalladas (…) hoy soy yo, mañana podría ser usted”, aseveró.
Bloom explicó que para realizar su parodia, su cliente se inspiró en la pasada campaña electoral de Trump, cuando éste consideró que Megyn Kelly “tenía sangre saliendo de sus ojos, sangre saliendo de ella dondequiera.”
Griffin se preguntó cómo sería si sus propios insultos se volvían contra él, por ello se puso a trabajar en una parodia de imágenes que “la llevó hasta un extremo absurdo”, aceptó.
Antes de la conferencia de prensa, Bloom escribió en su cuenta de la red Twitter que ella también recibió mensajes de odio por representar a Griffin.
“El diablo susurró en mi oído: usted no es bastante fuerte aguantar la tormenta. Hoy susurré en el oído del diablo: Yo soy la tormenta”, respondió la abogada a los mensajes.
Varias de las presentaciones programadas de Griffin han sido canceladas y la comediante no aparecerá con Anderson Cooper en el especial de Año Nuevo de la cadena CNN.
Griffin emitió el martes una disculpa a través de un videomensaje en el que reconoció que “fui demasiado lejos”.
“La imagen es demasiado perturbadora, entiendo cómo ofende a la gente, no fue gracioso, lo entiendo”, aceptó.
El viernes, sin embargo, Griffin dejó en claro que no va a dejar descansar al presidente, tras señalar que “es aterrador ser ciudadano, pero es un buen momento para ser comediante”.
“No tengo miedo de Donald Trump”, afirmó.
En respuesta a las preguntas sobre el supuesto trauma que la imagen provocó en Barron Trump, el hijo pequeño del mandatario, Bloom defendió que los comediantes tienen derecho a hacer “parodia”.
Indicó que es responsabilidad de los padres el supervisar la información a la que tienen acceso sus hijos.
El también abogado de la comediante, Dmitry Gorin, dijo que el hecho de que la comediante sea investigada por una broma es “indignante”.
JMS