CHICAGO.- La angustia que genera un diagnóstico de cáncer y los efectos adversos que ello puede tener en la calidad de vida de los pacientes e incluso en su capacidad para tolerar el tratamiento, puede verse ahora aliviada con una terapia “online” que presenta la misma eficacia que las realizadas cara a cara.

 

La importancia del apoyo psicológico a estos enfermos, ya sean los apenas diagnosticados o los que están en un estado avanzado, ha centrado varios de los estudios presentados hoy en la primera jornada de la 53 Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que reunirá hasta el próximo martes a más de 30.000 expertos en todo el mundo.

 

Uno de ellos, elaborado por oncólogos del Hospital Universitario de Basilea, constató “una mejora clínicamente significativa” de la calidad de vida de 129 participantes, la mayoría mujeres con cáncer de mama en etapa temprana, aunque también pacientes con cáncer de pulmón, ovario y gastrointestinal, linfoma y melanoma.

 

Basado en enfoques de comportamiento utilizados en psicoterapia, Stream es un programa de gestión en línea del estrés de ocho semanas de duración, que abarca aspectos como la reacción corporal al mismo, los sentimientos o las interacciones sociales de los pacientes, entre otros aspectos.

 

En el estudio, los psicólogos revisaron semanalmente el progreso de pacientes de distintos puntos de Austria, Suiza y Alemania y les proporcionaron orientación y apoyo personalizado, mientras ellos a su vez podían escribir a los terapeutas a través del programa.

 

Usado para ciertos trastornos psicológicos como la ansiedad, este modelo a distancia puede ser tan eficaz como la tradicional terapia “cara a cara”, con la ventaja de que conlleva menos tiempo para el terapeuta y es más conveniente para los pacientes, sobre todo en momentos que tienen que afrontar muchas citas médicas por su enfermedad.

 

“Las nuevas tecnologías abren nuevas oportunidades. Con esta intervención podemos ofrecer apoyo psicológico a los pacientes desde la comodidad de los salones de sus casas”, afirmó Viviane Hess, oncóloga del Hospital Universitario de Basilea.

 

Alrededor de la mitad de quienes superan un cáncer -un 70 % en el caso de mujeres jóvenes que han padecido un cáncer de mama- tienen un temor entre moderado y alto de recaída, algo que puede llegar a ser tan angustioso que afecta negativamente a su estado de ánimo, relaciones, trabajo o calidad de vida.

 

Un ensayo clínico aleatorio en fase II, consistente en una intervención psicológica llamada “Conquer Fear” y que de momento está en marcha solo en investigación antes de pasar a la práctica clínica, redujo ese temor a los pacientes inmediatamente después de ser intervenidos y también pasados entre tres y seis meses desde la operación.

 

En este caso, los terapeutas realizaron cinco sesiones cara a cara individuales de 60 a 90 minutos durante 10 semanas con 222 supervivientes de cáncer de mama, colorrectal o melanoma, con los que trabajaron en la forma de aceptar la incertidumbre inherente al regreso de la patología o en estrategias para controlar la preocupación, entre otros aspectos.

 

“La reducción del miedo en el grupo de intervención psicológica fue lo suficientemente grande como para mejorar la supervivencia psicológica y emocional “, subrayó Jane Beith, oncóloga médica de la Universidad de Sydney en Australia.

 

Otro ensayo clínico aleatorio de 305 pacientes con cáncer avanzado de los Institutos Canadienses de Investigación en Salud confirmó que una breve terapia psicológica, llamada Managing Cancer And Living Significativamente (CALM), podría ayudar a los enfermos avanzados y a sus familiares a afrontar la enfermedad.

 

A los tres meses, el 52 % tuvo una reducción “clínicamente importante” en los síntomas depresivos, frente al 33% de los que recibieron una atención habitual, que también estaban menos preparados para el final de la vida.

 

dca