La Arquidiócesis de México aclaró que de acuerdo con el Derecho Canónico, el cardenal Norberto Rivera Carrera deberá presentar su renuncia al papa Francisco, al cumplir este miércoles 75 años de edad, pero no está obligado forzosamente a hacerlo ese día.
Refirió que el Canon 410, Código de Derecho Canónico de 1983, establece que “cualquier obispo diocesano que haya cumplido los 75 años de edad, se le ruega que presente la renuncia al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias”.
Incluso, Rivera Carrera puede enviar su renuncia a través de dos vías, la Nunciatura Apostólica o directamente al pontífice, pues se trata de un cardenal en funciones, aclaró el Arzobispado.
Previo a dicha referencia, obispos auxiliares, presbíteros, religiosas, religiosos, seminaristas y fieles laicos de las ocho Vicarías Episcopales de la Arquidiócesis de México, celebraron por adelantado el cumpleaños de Rivera Carrera en el Seminario Conciliar de México, casa Huipulco.
Durante la celebración litúrgica, el cardenal Rivera Carrera, quien desde 1995 está al frente de la Arquidiócesis de México, agradeció a Dios por el don de la vida, por haberlo conservado hasta ahora con buena salud y elegido para poder ser portador de luz.
A nombre de toda la comunidad arquidiocesana, el joven José Antonio Dorantes le dirigió un mensaje en el que le expresó lo importante que ha sido su figura como padre y pastor de esta Iglesia particular durante los más de 20 años en la que ha estado al frente.
“El Señor ha dado a la Arquidiócesis de México un pastor prudente y amoroso, que ha sabido leer los signos de los tiempos y escuchar la voz del Señor. La docilidad a la voluntad del Señor ha permitido no sólo guiar, sino caminar junto con los obispos, sacerdotes, religiosas y laicos de nuestra ciudad al encuentro de los pobres, los jóvenes y los alejados del influjo del Evangelio”, anotó.
Al término de la celebración litúrgica, el cardenal Rivera Carrera compartió los alimentos con numerosos invitados, al son de la marimba y de un mariachi que le cantó “Las Mañanitas”, antes de adentrarse por los pasillos del Seminario Conciliar para agradecer a quienes prepararon la comida y tomarse la foto con ellos.
otm