Washington, DC.– La primera comparecencia de James Comey, ante el Senado, tras su destitución como Director del FBI, este jueves, atrae cámaras y reflectores, mientras alimenta expectativas y tensión en el Capitolio y la Casa Blanca, durante esta semana.

 

 

Comey responderá a republicanos y demócratas por qué fue despedido, si dijo al Presidente Donald Trump que no lo investigaba, si el mandatario le pidió cerrar la investigación sobre Rusia y la posible colusión con el general Michael Flynn y otros integrantes del equipo de Trump, incurriendo así en el delito de obstrucción de la justicia.

 

 

Antes, está prevista la comparecencia para hoy de Rod Rosenstain, subprocurador de Justicia, quien escribió un memorándum recomendando el despido y que fue usado por Trump para justificar la remoción de Comey, aunque el Presidente ha reconocido que ya había tomado la decisión de retirarlo del cargo.

 

 

Aunque pudo tratar de impedir el testimonio de Comey, Trump no lo hizo para no despertar más sospechas. Después de él, testificarán los directores Nacional de Inteligencia y de la Agencia Nacional de Seguridad, Dan Coats y Michael S. Rogers, respectivamente.

 

 

La comparecencia de Comey agudiza el escándalo de Trump que aumenta con reclamos de legisladores demócratas acerca de las condiciones en que rentó al gobierno el edificio histórico que hizo lujoso hotel en Washington, y su orden a agencias federales, de “no entregar documentos, a miembros individuales del Congreso incluyendo a líderes minoritarios, si no son solicitados por un Subcomité o Comité”, según el Departamento de Justicia.

 

 

Revelan hackeó ruso

 

Por si fuera poco, este fin de semana, se filtró un documento ultra-secreto de la Agencia Nacional de Seguridad, que con más detalle, asegura que el plan ruso fue tan simple como hacerse pasar como una empresa que brinda servicios para e-voto (voto electrónico) para sorprender a empleados del gobierno e infiltrarse en el sistema.

 

 

Señala que el 24 de agosto de 2016, los Rusos enviaron mails, haciéndose pasar por empleados de Google, a empleados de empresas como VR Systems, para que abrieran documentos en Microsoft, que iban cargados de malware, y que les dieron control sobre computadoras que infectaron.

 

 

Una de las empresas afectadas fue VR Systems, que tuvo contrato en 8 estados: California, Florida, Illinois, Indiana, New York, Carolina del Norte, Virginia y Virginia Occidental.

 

 

Un funcionario de Inteligencia reconoció que “la operación Rusa pudo alterar la votación en sitios con máquinas de VR Systems”. El Reporte de NSA sin embargo, aclara que “no existe evidencia que se haya alterado el resultado de la elección”.

 

 

Sin embargo, otros funcionarios señalaron que la ausencia de una autoridad responsable de vigilar la seguridad del proceso electoral, habría causado que en sitios como Durham, Carolina del Norte se registrara caos, largas líneas de votantes y demoras el día de la elección, forzando a las autoridades a recurrir a boletas de papel y a extender la hora de cierre de casillas.

 

 

En una investigación se anunció el arresto de Leigh Winner, empleada de Pluribus International Corporation, contratista de la Agencia Nacional de Seguridad, de Augusta, Georgia, acusada de filtrar los documentos altamente clasificados difundidos por The Intercept. Esa empresa tiene en su cartera a la Agencia de Inteligencia de Defensa, el Ejército y el Comando Central del Departamento de Defensa de Estados Unidos.