WASHINGTON, DC.- Por lealtad o temor, los más altos jefes de la inteligencia de Estados Unidos rechazaron sistemáticamente responder, sin fundamento legal, docenas de preguntas de senadores Republicanos y Demócratas sobre conversaciones con Donald Trump, acerca de la investigación de la injerencia rusa en la elección presidencial.

 

“Es inapropiado revelar el contenido de mis conversaciones confidenciales con el Presidente” dijo constantemente Dan Coats, director Nacional de Inteligencia al Comité Selecto de Inteligencia del Senado, en una tensa audiencia, preludio a la esperada comparecencia de James Comey ante ese comité, enfocada a descubrir si Trump incurrió en obstrucción de la justicia presionando para archivar la investigación.

 

Igual hicieron el Almirante Mike Rogers, director de la NSA, Andrew McCabe, director del FBI y el Subprocurador Red Rosenstain, negándose a responder, sin invocar Privilegio Ejecutivo que, dijo Coats, la Casa Blanca estaría analizando, pero dijeron que en sesión cerrada podrían brindar más información.

 

John McCain, el más respetado de los republicanos, citó la revelación con lujo de detalles de las pláticas de Trump con algunos de ellos, a quienes pidió “convencer a James Comey,” entonces director del FBI, de “dejar en paz a Michael Flynn y cerrar la investigación sobre Rusia”, que, al no conseguir, lo llevó  a destituirlo como director del FBI, para sustituirlo por Christopher Asher Wray

 

McCain recordó que ya todo fue consignado por el diario Washington Post y los conminó a comprender el momento histórico que vive Estados Unidos y la necesidad de que hablen con la verdad al pueblo norteamericano. Pero aunque se miraban entre sí, no hubo respuesta.

 

James Clapper, quien fue Director Nacional de Inteligencia, reveló en Australia, que el presidente Trump le pidió refutar el “infame dossier” de un ex-agente británico detallando la estrecha relación del equipo de Trump con Moscú.

 

De acuerdo al diario Washington Post, el 22 de marzo, Trump habló con Dan Coats, Director de Inteligencia y Mike Pompeo, director de la CIA, pidiendo su intervención ante Comey para frenar la investigación sobre la injerencia rusa en la elección presidencial, que lo llevó a despedir a Comey.

 

Coats lo discutió con su equipo y decidió que no sería apropiado intervenir. Luego, Trump pidió a los Jefes de Inteligencia negar que hubiera evidencia sobre Michael Flynn y la injerencia Rusa, para presionar a Comey.

 

CADENA DE CONTACTOS

 

Pero Coats declinó responder, en esta audiencia pública. El Washington Post, difundió además una lista de la larguísima cadena de contactos, negocios y relación no sólo de Donald Trump sino de sus hijos, empresas y asociados, que data de 1986, cuando Trump conoció a Yuri Dubinin en un almuerzo de Donald Lauder, hijo de Estée Lauder.

 

 

En 1987 Trump visitó Moscú. Se hospedó en un hotel del gobierno frente al Kremlin y recorrió sitios donde podría construir edificios, según reveló a la revista Playboy, a la que dijo que cazas rusos escoltaron su avión.

 

 

En 1988, Trump invitó al entonces líder Mikhail Gorbachov y su esposa a visitar la Torre Trump en New York, que no llegó a concretarse.

 

 

En 1996, Trump anunció una conferencia de prensa en Moscú con una empresa tabacalera de Miami, para informar que construiría en Rusia un edificio similar a su Torre Trump en NY.

 

 

En 2005 Trump, con Tevfik Arif y Felix Sater, del Grupo Bayrock, ligados a la mafia rusa, firmaron un trato de un año para construir torres como la Trump de NY en la entonces Unión Soviética.

 

 

El 9 de noviembre de 2013, Donald Trump viajo a Moscú para el concurso de Miss Universo y se reunió con empresarios rusos como Aras Agalarov, aliado del presidente Vladimir Putin y aseguró a los medios que “tenía relaciones con el mandatario ruso.

 

 

En mayo de 2014, Donald Trump dijo en el National Press Building, de Washington, que mientras estuvo en Moscú, “habló directa e indirectamente” con el presidente Vladimir Putin.

 

 

En abril de 2015, Alexander Torshin, ex-senador ruso afiliado al partido de Putin, ahora director del Banco Central de Rusia, dijo a Bloomberg News, que “tuvo un intercambio amistoso” con Trump durante una reunión de la Asociación Nacional del Rifle, de Estados Unidos, que la Casa Blanca dijo no recordar.

 

 

En julio de 2015, Trump y Putin estuvieron en una presentación del programa 60 minutos que, dijo después, le permitieron “conocer muy bien al presidente Ruso” aunque -informó después Time- fueron entrevistados en diferentes ciudades.

 

 

Y en 2016, Trump saludó al embajador Sergei Kislyak, en un evento en el hotel MayFlower, de Washington y después, igual que ahora los jefes de la inteligencia estadounidense, aseguró que nunca conoció a Putin ni ha tenido tratos con él, aunque más de una docena de integrantes de su comité de campaña se entrevistaron con funcionarios rusos y viajaron a Moscú, para dar seguridades de nueva relación más amistosa y la eventualidad de levantar las sanciones económicas, en aras de una mayor cooperación, como hicieron Michael Flynn, el congresista Carter Page y otros.

 

 

@Gregoriomeraz1

 

 

gr/dc