Desde hace 15 años, Quintana Roo, es utilizado como centro de operaciones de bandas del crimen organizado, refugio de jefes del narcotráfico, paraíso fiscal para el blanqueo de capitales y sigue siendo la puerta de entrada para la droga que llega a territorio mexicano por aire, mar y tierra, ante la omisión y complicidad de las autoridades estatales y municipales.
Cifras del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública Federal indican que a lo largo del gobierno de Félix González Canto el consumo interno de las drogas alcanzó su nivel más alto.
En el 2010 en una entrevista para el diario francés “La Republica”, Renán Castro, el jefe de plaza del Por Esto! afirmó que “aquí en Quintana Roo los delincuentes son de cuello blanco, es decir, gente que ni te imaginas, que estén metidos en el narco…la clase política, la clase empresarial está inmiscuida en el lavado de dinero”.
Tiempo después Eduardo Menéndez Rodríguez, hermano de Mario Renato director general y dueño de los Por Esto!, aseguró que Mario Renato “vive de la narco política y los protege”.
Por su parte María Teresa Menéndez Monforte, ex correctora de estilo del Por Esto! denunció que a lo largo de los sexenios de Félix González Canto y Roberto Borge todos los días -en las oficinas de Mario Renato y Renán Castro- entraban maletines llenos de dinero. “Mientras el PRI siga en el poder, Mario Renato y Renán Castro seguirán enriqueciéndose”, comentó.
A principios de este 2017, el analista político, Guillermo Vázquez Handall, súper asesor de Roberto Borge, aseguró que en los gobiernos pasados había una especie de acuerdo entre la autoridad estatal y municipal y los grupos delincuenciales para operar libremente.
Por su parte, el columnista Oscar Mario Beteta declaró que Roberto Borge dejo de hacer y pasar a los cárteles de la droga para administrar el narcotráfico y no combatirlo.
Las tres grandes fuentes de corrupción del clan Félix-Borge han sido los dineros público federal, los dineros del narco y los dineros por el remate de tierras de la reserva de Quintana Roo. Esas son las únicas razones del asedio contra el Gobierno estatal orquestado por Félix a través del narco diario Por Esto! No quieren perder sus privilegios ni sus negocios.
Félix y Renán Castro, se caracterizan por su habilidad para asegurarse su propia supervivencia y por mantener sus privilegios y negocios a toda costa, independientemente de quien ocupe el poder, además de su desmedida ambición.
Gracias al virrey de la corrupción hoy, Quintana Roo ocupa uno de los primeros lugares en pederastia, corrupción, trafico de personas, prostitución, narcotráfico, lavado de dinero y crímenes, en menos de 15 años el clan Felix-Borge convirtieron a Quintana Roo en un estado en decadencia.
Quintana Roo, un narco estado.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública Federal, a lo largo del gobierno de Félix González Canto el consumo interno de las drogas alcanzó su nivel más alto.
En 2006, con Félix González Canto al frente del gobierno de Quintana Roo, la entidad registró un total de 798 casos de delitos contra la salud, pero muchos de ellos, casi todos, fueron por posesión, es decir, 703 en total. Cifra que supone el incremento del consumo de enervantes entre los quintanarroenses.
Al siguiente año, el 2007, Quintana Roo rebasó la barrera de los mil casos por delitos contra la salud, situándose en 1043, de los cuales, 992 fueron por posesión, mientras que en el apartado de tráfico se registraron 0 y sólo 41 por comercio.
Durante su mandato Félix González Canto mantuvo los nexos con el clan de los Carrillo Fuentes, con Luis Carlos Carrillo Cano, quien se ostentaba como un exitoso constructor. Bajo esa fachada el “empresario” hizo millonarios negocios con el gobierno de Félix González Canto quien otorgó la concesión para la construcción de la cárcel de Cancún al sobrino del “Señor de los Cielos”.
Cuando se descubrió la relación Félix González Canto–Luis Carlos Carrillo Cano, las obras se suspendieron. Los planos del penal contemplaban pasadizos secretos para eventuales fugas.
Tanto Félix González Canto y Roberto Borge, según notas periodísticas protegieron al ex banquero Roberto Hernández Ramírez para que los desembarcos de cargamentos de cocaína procedentes de Colombia se siguieran llevando a cabo en Punta Pájaros, propiedad costera del magnate que se localiza en el centro de la Biosfera de Sian Ka´an.
Félix González, el virrey de la corrupción.
El tema del narcotráfico y la violencia no son los únicos que persisten en Quintana Roo sino otros tópicos como: las “mordidas” por las adjudicaciones por contrato de obra pública, trafico de influencias, abuso de funciones públicas por desvió de recursos públicos.
Félix González Canto, durante su mandato incurrió en el delito de enriquecimiento ilícito. Es un secreto a voces su desmedida fortuna, que va desde el usufructo de concesiones de placas de taxis hasta aeronaves ejecutivas, pasando por una amplia lista de propiedades en bienes inmuebles y negocios.
Los nexos del senador, Félix González Canto, con los cárteles del narcotráfico y, la venta infame de la reserva territorial de Quintana Roo, explicaría el origen de su fortuna.
La periodista Fabiola Cortes documento que durante el sexenio del gobernador Félix González Canto, el Instituto del Patrimonio Inmobiliario del Estado de Quintana Roo (IPAE), vendió 877 predios a particulares. Desde el 2006 hasta junio del 2012, el IPAE se desprendió de 406 terrenos en Playa del Carmen, los cuales pasaron de ser patrimonio del estado a ser propiedad privada; en Cozumel, el gobierno del estado vendió 176 predios; en Cancún, 156; y en Chetumal, 139.
La administración del ahora senador, Félix González Canto, vendió a precios “preferenciales”, es decir, muy por debajo de su valor comercial real; además de que los beneficiarios de la venta fueron amigos, empresarios, familiares y políticos.
Lo mismo hizo, su pupilo Roberto Borge quien vendió más de 9 mil hectáreas de tierra de la reserva protegida del estado a familiares y amigos a precios muy por debajo de su valor.
JMSJ