Samantha Geimer, la adolescente que fue violada por Roman Polanski a finales de la década de 1970, ahora convertida en una señora de 54 años, pidió al juez encargado del caso que zanje la investigación para poder pasar página, según publica The Hollywood Reporter.
Geimer compareció hoy ante el juez Scott Gordon y afirmó que ya ha completado una “sentencia” de 40 años -en alusión al tiempo transcurrido desde entonces-, por lo cual pidió que desestime el caso “como un acto de misericordia” para ella y para su familia.
“Somos seres humanos”, indicó. “No se trata de ganar o perder”, añadió.
Michele Hanisee, abogada auxiliar del fiscal del distrito, señaló a la Corte que las víctimas no pueden controlar el resultado final de los casos criminales.
Gordon, por su parte, recordó que los crímenes de Polanski contra ella “son muy serios”.
“Te agradecemos que hayas venido. Haremos notar tu coraje como superviviente”, afirmó.
En abril, Gordon rechazó una propuesta de Polanski para regresar a EE.UU. y dar por zanjado el caso, relacionado con aquel abuso sexual, sin tener que pasar más tiempo en prisión.
Gordon, magistrado del Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, denegó la petición de Polanski porque estaba basada, dijo, en “los mismos hechos y argumentos legales” presentados y rechazados en el pasado por otros jueces.
“No hay una base suficiente o convincente para reconsiderar estos asuntos”, apuntó Gordon.
Polanski está acusado de haber mantenido relaciones sexuales en 1977 con Geimer, de 13 años, después de una sesión fotográfica en Los Ángeles.
Geimer acusó a Polanski, que por entonces tenía 43 años, de drogarla y obligarla a mantener relaciones sexuales, por lo que el director de cine fue arrestado.
Polanski se declaró culpable y pasó 42 días en la cárcel, pero estando en libertad bajo fianza y ante el temor de tener que volver a prisión para cumplir una condena mucho más severa huyó de EE.UU. a finales de 1978.
El cineasta presentó en febrero de este año una serie de documentos legales ante el tribunal de Los Ángeles para regresar al país y cerrar el caso, siempre y cuando contara con la garantía de que no pasaría más tiempo entre rejas.
Polanski argumentó que en su día llegó a un acuerdo con las autoridades para cumplir solo 48 días entre rejas, pero que escapó del país porque el magistrado Laurence Rittenband pretendía imponerle una condena más dura de la pactada.
Sin embargo, Gordon no aceptó esas alegaciones.
En 2009, las autoridades estadounidenses solicitaron a Suiza la detención del realizador, de nacionalidad francesa y polaca.
Polanski fue arrestado en el aeropuerto de Zúrich y pasó tres meses en prisión y otros siete en arresto domiciliario, hasta que, finalmente, Suiza denegó su extradición y lo puso en libertad.
El intento más reciente de llevar a Polanski ante los tribunales se vivió en 2015 cuando EE.UU. pidió a Polonia la extradición del artista, una solicitud que fue finalmente rechazada.