Bajo el lema “Marcando la diferencia en el cuidado del cáncer contigo”, más de 30.000 expertos de la oncología mundial se han dado cita estos días en el centro de convenciones McCormick Place de Chicago para exponer más de 5.000 estudios sobre prevención y cuidado del cáncer, desde la inmunoterapia y la medicina de precisión hasta la supervivencia de los enfermos.
Un año más, los principales ensayos arrojan esperanzas sobre la eficacia de la inmunoterapia, una realidad ya para el melanoma y que va desvelando resultados en otros tipos de cáncer como el de mama, pulmón o colorrectal.
En el primero, destacaron ensayos como el del inhibidor olaparib (AstraZeneca), que reduce la probabilidad de progresión de cáncer de mama avanzado relacionado con la alteración del gen BRCA en un 42 %, retrasándola 3 meses, o el de pertuzumab (de Roche), que constató que añadirlo al tratamiento estándar contra el tumor HER2 positivo después de cirugía reducía el riesgo de recaída un 20 %.
Otro mostró la eficacia de una estrategia terapéutica para los enfermos del tipo más frecuente de cáncer de pulmón tras la progresión de su enfermedad, consistente en continuar un tratamiento con el anticuerpo monoclonal Atezolizumab después del empeoramiento que mejoró incluso su tasa de supervivencia global.
En el colorrectal, un ensayo efectuado en pacientes que sufrieron una recaída de cáncer de colon después de la cirugía demostró la misma eficacia reduciendo a la mitad el ciclo de quimioterapia y les generó además menos efectos secundarios, en particular a los nervios.
Que los avances lleguen a todo el mundo y a buen precio
Bruce E. Johnson, presidente electo de Asco, asume el mandato que inició el pasado lunes con la intención de que esta organización, con 45.000 miembros y 400 trabajadores en plantilla, exporte sus beneficios “a toda la gente, tanto en Estados Unidos como en todo el mundo”.
Algo que requiere “trabajar con terceros y de acuerdo con las normas y regulaciones del Gobierno para caracterizar los riesgos que son especialmente importantes en la forma de aplicar el tratamiento”.
Todos los avances tienen una profunda carga económica y, de hecho, estos días también se habló en una conferencia entre ASCO y la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) de cómo lograr que todos los nuevos fármacos sean accesibles para todos los pacientes y que no dejen de producirse los que han perdido la patente, que son más baratos y, por tanto, dan menos beneficios.
Solucionar la cuestión de los fármacos baratos es una de las prioridades para el director del Instituto de Oncología Vall D’Hebron (VHIO) y presidente electo de la ESMO, Josep Tabernero, porque se trata de fármacos esenciales que van más allá del cáncer, ya que se extiende a otras ramas como la psiquiatría o la neurología, entre muchas otras.
El alto precio de los medicamentos es “un problema” en todo el mundo, tanto en la sanidad pública como privada, subrayó el oncólogo español.
Solo el año pasado, la industria aportó el 45 % del total de los fármacos comercializados en cáncer consumidos en el servicio de oncología médica de este centro, lo que supuso un ahorro del Sistema Nacional de Salud (SNS) 22,5 millones de euros.