El cáncer de próstata es un tumor maligno que puede hacer metástasis en otros, lo cual es el mayor riesgo y produce mucho dolor, en huesos, hígado y ganglios linfáticos, que se sitúan en la pelvis menor. Durante 2014 se diagnosticaron alrededor de 233 mil nuevos casos de cáncer de próstata en México, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De acuerdo con el cirujano urólogo certificado, Viktor Kibanov Solomonov, las causas de este tipo de cáncer no son claras, ya que puede ser desde el medio ambiente, el tipo de comida, las dietas y el consumo de grasas animales.
“Otro factor es que si el papá tuvo cáncer de próstata, los hijos también tienen un alto porcentaje de poder tener este mal. También la raza, los afroamericanos tienen mayor incidencia de cáncer de próstata cuando viven en Estados Unidos, por el tipo de comida”, destacó.
En el caso de cáncer de glándula mamaria en la mamá también podría aumentar el riesgo de que los hijos tengan cáncer de próstata. En cuanto a la raza, señaló que los afroamericanos tienen más alta su testosterona que los caucásicos, y el aumento de testosterona crece la posibilidad de esta enfermedad.
Por otro lado, las personas que hacen que hacen deporte y toman anabólicos como testosterona, en realidad tienen mayor riesgo de este cáncer. Kibanov Solomonov expuso que la mortalidad por dicho mal está después del cáncer de pulmón, de alguna manera compite, y hasta ahora no se sabe que es lo que causa cáncer de próstata.
Un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) sobre la mortalidad por cáncer de próstata en México de 1980 al 2013, arrojó que 114 mil 616 hombres, con edad promedio de 76.5 años, murieron a causa de este tumor maligno y el riesgo de muerte fue de 16 decesos por cada 10 mil hombres mayores de 40 años.
Se observó que durante los últimos 13 años, la mortalidad por esta causa registró un crecimiento anual sostenido de 2.3 por ciento.
Por región, Sonora, Baja California Sur y Sinaloa fueron los estados que presentaron las tasas de mortalidad a cinco años más altas a lo largo de las tres décadas.