Rosa María Cortés, madre de Mireya Agraz Cortés, la mujer que decidió envenenar a sus hijos y luego suicidarse, abandonó el área de terapia intensiva de un hospital privado de la zona sur.
La señora es la única sobreviviente y fue ingresada el miércoles por la noche luego de ser hallada junta a sus nietos, hija y esposo en un domicilio de la colonia San jerónimo, en la delegación Magdalena Contreras.
Sin embargo, aún no se encuentra consciente para rendir su declaración sobre el presunto suicidio colectivo planeado por su esposo Enrique y la propia Mireya.
La Procuraduría capitalina informó que, de 2011 hasta antes de perder la custodia de sus hijos, Agraz Cortes presentó ante el Ministerio Público siete denuncias, tres de ellas por violación y los cuatro restantes por violencia doméstica, no obstante, fueron desestimadas por faltas de pruebas.