El Banco de Inglaterra (BOE, por sus siglas en inglés) decidió hoy dejar en 0.25 por ciento sus tasas de interés, ante el alza de la inflación, que se ubica en 2.9 por ciento, por arriba del 2.0 por ciento estimado para este año.

 

 

Con cinco votos a favor y tres en contra, el Comité de Política Monetaria (CPM) del Banco decidió mantener sin cambios sus tipos de interés en los mismos niveles mínimos, establecidos desde agosto pasado, informó la cadena británica BBC.

 

 

De acuerdo con el reporte informativo, Ian McCafferty, Michael Saunders y Kristin Forbes fueron los tres miembros del Comité que se pronunciaron en pro del aumento de las tasas, mientras que el gobernador del BoE, Mark Carney, y a otros cuatro miembros defendieron la necesidad de mantenerlas.

 

 

En el Acta de su reunión, el MPC explicó que su decisión obedece en parte al escenario desfavorable que registra la economía familiar con una inflación por encima del 2.0 estimado para este 2017 y la depreciación de la libra esterlina.

 

 

El Comité estimó que la inflación podría superar el 3.0 por ciento al finalizar el año, por lo que era necesario tomar previsiones, en espera de que la economía mantenga su crecimiento “moderado”.

 

 

Los tres miembros del MPC que votaron a elevar las tasas también tomaron en cuenta la “inversión de las empresas y comercio neto”, que aparecen “en pista” para compensar el menor consumo, destacó el Acta de la reunión.

 

 

Pese a las diferencias, “todos los miembros del Comité acordaron que los aumentos de tipo de interés se espera que sean a un ritmo gradual y hasta cierto punto”, destacó.

 

 

Asimismo, el Banco de Inglaterra decidió mantener sin cambios y su política de compra de activos, situada actualmente en 435 mil millones de libras esterlinas.

 

 

grg