MADRID. El matador de toros Iván Fandiño ha fallecido esta tarde a consecuencia de una gravísima cornada inferida por un toro de la ganadería de Baltasar Ibán en la ciudad francesa de Aire Sur L,Adour, ha informado a Efe fuentes del departamento de comunicación del torero vasco.
El torero fue prendido en un quite con el capote, momento en el que trastabilló y, una vez en el suelo, el animal le metió el pitón en el costado.
A toda prisa fue conducido a la enfermería, y desde allí a un hospital de Mont de Marsan donde nada pudieron hacer por su vida, certificando su defunción.
Fandiño ha estado más de una hora en la enfermería y no fue trasladado al hospital hasta que finalizó la corrida.
Durante ese largo tiempo, los doctores que le supervisaron en un primer momento, muy preocupados al no conocer todavía el alcance de la cornada, decidieron sedarle por completo, pues, según palabras de los propios galenos al apoderado de Juan del Álamo, Rui Bento Vasques, que accedió a la enfermería para interesarse por su estado de salud, el diestro pegaba “auténticos alaridos de dolor”.
Después del festejo fue trasladado en ambulancia para recorrer los 33 kilómetros que separan las ciudades francesas de Aire Sur L’Adour y Mont de Marsan, pero Fandiño entró en el hospital “clínicamente muerto”, según declaraciones del cirujano que lo asistió en el hospital “Layné” al diario Sud-Oest.
Y, aunque no habrá un parte médico oficial hasta mañana por la mañana, la fatal cornada afectaba a “hígado, riñón y pulmones”.
Una muerte que recuerda a la que de Francisco Rivera “Paquirri”, que también falleció en la ambulancia que le trasladaba de Pozoblanco a Córdoba.
Aún se desconoce cuando se trasladará el cuerpo sin vida de Fandiño a España, ni donde serán velados sus restos mortales, como tampoco se sabe dónde será enterrado, han referido a Efe fuentes del departamento de comunicación del torero.
Con la muerte de Iván Fandiño, son dos los toreros fallecidos a consecuencia de una cornada en lo que va de siglo, después de la de Víctor Barrio, que hace un año perdió también la vida a cargo de las astas de un toro de “Los Maños” en la plaza de toros de Teruel.
Iván Fandiño (Orduña, Vizcaya, 1980) fue un torero que se abrió paso a golpe de afición y sacrifico. Forjado en la capeas de Guadalajara, se enfrentó siempre al sistema y a las grandes casas empresariales de la mano de su amigo y apoderado, Néstor García, con quien trabajó codo con codo desde sus inicios hasta la funesta tarde de hoy en Francia.
JMSJ