A 150 años de su fallecimiento, ayer se ofició una misa en honor de Maximiliano de Habsburgo, en una ceremonia celebrada en la iglesia de San Ignacio de Loyola en Polanco.
La misa fue organizada por Carlos Felipe de Habsburgo-Lorena, pariente lejano del último emperador de México, a la cual asistieron unas 200 personas. Al final de la misma se entonó el Himno Nacional Mexicano.
Maximiliano de Habsburgo llegó a nuestro país a mitad del siglo XIX para convertirse en emperador, nombramiento realizado por una junta de notables en el marco de la segunda intervención francesa.
Después de la evacuación de los franceses, Maximiliano perdió la guerra contra las fuerzas republicanas y fue condenado a ser fusilado junto con dos de sus generales, Miguel Miramón y Tomás Mejia, el 19 de junio de 1867.