LA HABANA.- El canciller cubano, Bruno Rodríguez, rechazó hoy en Viena la nueva política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia la isla, diciendo que jamás negociará “bajo presión o amenaza”, además rechazó devolver a los fugitivos estadunidenses que han recibido asilo en Cuba.
“Como establece la Constitución de la República de Cuba, jamás negociaremos bajo presión o amenaza”, dijo Rodríguez en conferencia de prensa en la capital austriaca, donde se encuentra de visita de trabajo
Además, advirtió que el gobierno cubano no extraditará a Estados Unidos a ciudadanos reclamados por la Justicia de ese país, que “carece de base política y legal para reclamarlos.
“En uso de la ley nacional, el derecho internacional y la tradición latinoamericana, Cuba ha concedido asilo político o refugio a luchadores por los derechos civiles de Estados Unidos y estas personas no serán retornadas” a ese país, que carece de base legal, política y moral para reclamarlos”, espetó Rodríguez.
El presidente estadounidense anunció el viernes pasado su decisión de cancelar el acuerdo con Cuba alcanzado por el gobierno de su antecesor Barack Obama, lo que confirma la continuidad del bloqueo económico a la isla y endurece las restricciones a los negocios con empresas vinculadas con autoridades de La Habana, además de prohibir los viajes particulares a la isla.
“El presidente Trump nuevamente mal asesorado, que había perdido el voto en los condados de mayor residencia de cubanos, toma decisiones que favorecen intereses mezquinos y a un puñado de políticos”, enfatizó Rodríguez.
En su comparecencia ante la prensa transmitido en directo por medios cubanos, entre estos el diario Granma, el jefe de la diplomacia cubana protestó por el descaro del presidente Trump al rodearse de terroristas el pasado viernes en Miami para anunciar el endurecimiento de la política de su país hacia Cuba, en un “grotesco espectáculo salido de la Guerra Fría”.
“La política del presidente Trump es un retroceso en todo lo que se venía avanzando entre ambos países. Estas medidas tendrán un impacto en las relaciones no solo de Estados Unidos con Cuba, sino con el resto de Latinoamérica y así lo han reconocido los principales especialistas tanto dentro como fuera de los Estados Unidos”, señaló.
En cuanto a los efectos de la nueva política estadounidense sobre el incipiente sector privado, Rodríguez afirmó: “en Cuba es imposible dañar al sector estatal de la economía sin afectar al sector privado”.
Los cambios anunciados por el presidente Trump “dañarán especialmente a los sectores con los que ese país tiene más interés en relacionarse”, vaticinó el canciller, quien no duda que esa nueva política de Estados Unidos rescata “témpanos de la Guerra Fría”.
Indicó que las medidas de Trump son injustas, arbitrarias y representan una flagrante violación de los derechos humanos, pero confía en que el bloqueo será levantado.
“No hay duda de que la historia obligará a un presidente de Estados Unidos a levantar el bloqueo y a normalizar las relaciones con Cuba, y tendremos la paciencia y trabajaremos hasta que eso ocurra”, dijo.
Respecto a si el gobierno de Cuba estaría dispuesto a un nuevo tratado con Estados Unidos, Bruno respondió que eso deberá decirlo el propio Trump, sin embargo la isla está dispuesta a conversar con Washington sobre la base del respeto a la soberanía e independencia.
En la conferencia de prensa en Viena, el canciller cubano reafirmó que tal diálogo debe transcurrir sobre la base de la igualdad, la reciprocidad y el absoluto respeto a nuestra soberanía e independencia.
“Cómo se demostró con los avances alcanzados en los dos últimos años, Cuba y Estados Unidos pueden cooperar y convivir civilizadamente, respetando las profundas diferencias entre sus gobiernos y promoviendo todo aquello que beneficie a ambas naciones y pueblos”, concluyó.
DCA