El cambio del Sistema de Justicia Penal en nuestro país no excluyó la decisión del Estado de mantener la justicia para adolescentes en el marco del poder punitivo, por lo que se estableció el Sistema Integral de Justicia Penal para los adolescentes, en el que se garantizan sus derechos humanos y aquellos específicos por su condición de personas en desarrollo.
Dicho sistema se basa en un proceso penal acusatorio y oral, en el que los adolescentes son titulares de una serie de derechos, como la presunción de inocencia, la libertad, el debido proceso, los cuales son respetados por la autoridad ministerial, durante la investigación de los hechos considerados como delitos por las leyes penales.
El sistema busca, a través de las medidas de sanción, la reinserción y reintegración social y familiar de los adolescentes, por medio de programas socioeducativos, que comprendan cuestiones familiares, escolares, laborales y comunitarios, que permitan reducir la reiteración de tales conductas y adquirir una función constructiva en la sociedad, por la que la medida restrictiva de libertad debe ser excepcional.
Un factor importante en el sistema es la justicia restaurativa, que se materializa a través de la aplicación de mecanismos alternativos de solución de controversias como la mediación y los procesos restaurativos, que además de buscar la solución anticipada de los conflictos, promueve la armonía social mediante la restauración de la víctima, la persona adolescente y la comunidad.
Para dar cabal cumplimiento al sistema, la PGJCDMX cuenta con la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes y con la Unidad de Mediación en Justicia para Adolescentes, en donde los servidores públicos actúan respetando, protegiendo y garantizando los derechos de los adolescentes.
Dr. Jorge Antonio Mirón Reyes, subprocurador Jurídico, de Planeación, Coordinación Interinstitucional y de Derechos Humanos. drjmiron@gmail.com