Rosa María Cortés, madre de Mireya Agraz, dejó ayer el área de cuidados intermedios del hospital en el que se recupera, por lo que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina espera que rinda su declaración por la muerte de sus tres nietos.
El pasado 11 de junio se informó que Cortés, de 68 años de edad, dejó el área de terapia intensiva donde fue ingresada, después de un tratamiento especializado y un lavado gastrointestinal tras haber ingerido un coctel de medicamentos para quitarse la vida.
Se sabe que la PGJ habría considerado imputarle el delito de homicidio de sus tres nietos, al haber participado en los hechos, en tanto Miguel Saucedo, abogado de Leopoldo Olvera, padre de los menores fallecidos, comentó que hasta el momento no había sido notificado por el Ministerio Público cómo se encuentra la abuela ni tampoco el estatus legal que tiene la mujer ante la autoridad judicial.
Rosa María Cortés deberá rendir su declaración para aclarar cómo fue planeado el homicidio de sus tres nietos, quienes tendrían que haber pasado a la guarda y custodia de su padre, Leopoldo Olvera, luego de que su madre Mireya Agraz perdiera un juicio por la patria postestad tras haber denunciado a su exesposo por abuso sexual infantil.
Con información de El Diario
ot