BEIJING. El controversial festival de lichi y carne de perro se celebró hoy en la ciudad de Yulin, provincia de Guangxi, en el sur de China, pese a los rumores de que sería cancelado este año debido a que las autoridades planeaban prohibirlo.

 

Como cada solsticio de verano, en el mes de junio, Yulin es centro de la atención de los medios internacionales por la peculiaridad del festival, que se remonta a la dinastía Ming, ya que los residentes comen carne de perro con lichis y vino de arroz en la creencia de que hacerlo reforzará su físico.

 

También cada año el festival ha sido bombardeado por grupos defensores de los animales y los amantes de los perros, sin embargo este 2017 ha sido más silencioso que de costumbre, ya que desde enero pasado se reportaba que las autoridades locales lo prohibirían.

 

Sin embargo, el departamento de publicidad de Yulin negó la supuesta prohibición, asegurando que el festival no es organizado por el gobierno local, sino que es una costumbre popular.

 

La agencia china de noticias Xinhua informó que este miércoles que las sangrientas escenas de perros muertos en los caminos desaparecieron, mientras que algunas tiendas y restaurantes han cubierto la palabra “perro” en sus listas o menús.

 

Según los informes, perros muertos se podían ver colgando de ganchos en los puestos del mercado de Dongkou, el más grande de la ciudad, cerca del cual había canes enjaulados o encadenados que estarían en venta, aunque también hubo reportes de una fuerte presencia policial en las calles.

 

El precio de la carne fue más elevado este año, al parecer debido a que el suministro disminuyó.

 

Una organización defensora de los derechos de animales reconoció que el festival es una costumbre local, pero afirmó que continuará sus protestas hasta lograr que el gobierno de Yulin aumente los esfuerzos para desalentar el consumo de la carne de perro.

 

Debido a que el festival se llevó a cabo este miércoles, tanto grupos de bienestar animal como dueños de mascotas en el distrito de Baiyun, en Guangzhou, capital de la provincia de Guangdong, también en el sur chino, expresaron su malestar bloqueando un camión que transportaba perros hacia Yulin.

 

Denunciaron que al parecer el camión llevaba cerca de mil perros, los cuales eran de razas como pastor alemán y pequinés, por lo que dijeron sospechar que fueron robados. La costumbre de comer perro no sólo es ofensivo para los amantes de estos animales, sino que además fomenta el robo de mascotas, añadieron.

 

Los vendedores dicen que los perros mueren de una manera “humana” y que comerlos es igual que consumir carne de cerdo, res o pollo.

 

 

JMSJ