Con una concentración en el Ángel de la Independencia, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) expresó su rechazo en contra de lo que llamó “la institucionalización de la violencia machista” y la “mirada adultocéntrica” con la que se abordan los casos de violencia en contra de menores.
Tras la violación y asesinato de la niña Valeria, en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, así como del asesinato de los tres hijos de Mireya (la mujer que planeó un suicidio masivo para no ceder la patria potestad de los menores), ciudadanos e integrantes de esta organización expresaron su rechazo a la violación de los derechos supremos de la niñez.
Juan Martín Pérez, director ejecutivo de Redim expresó su indignación por los casos mencionados y por las omisiones de las autoridades en el procesamiento e investigación de éstos.
Sobre el caso de la pequeña Valeria, el activista exigió que se esclarezcan los hechos y la familia de la menor tenga acceso a la justicia y la verdad, mientras que en el caso de los menores víctimas de un suicidio masivo, Juan Martín exigió al Poder Judicial respetar el interés supremo de la niñez y no resolver sentencias tratando a menores como “seres manipulables e incapaces”.
aarl