El incidente ocurrió en la localidad de Akyazi, a unos 100 kilómetros al este de la ciudad de Estambul, informaron funcionarios de la gendarmería turca y anunciaron que una investigación ya está en curso para determinar los hechos y fincar responsabilidades.
De acuerdo con los primeros reportes, el propietario del parque acuático, de 58 años de edad, y su hijo de 30 años, corrieron hacia la alberca cuando notaron que cinco personas se agitaban en el agua, mientras que personal del lugar cortaba la energía eléctrica.
Las cinco personas fueron trasladadas en ambulancias hacia un hospital cercano, sin embargo sus corazones habían dejado de latir debido a la descarga eléctrica, indicaron las fuentes, quienes precisaron que los tres menores de edad tenían 12, 15 y 17 años.
Al parecer un cable eléctrico cayó en la piscina, alrededor de la cual había muchos otros más, ya que las instalaciones están en proceso de remodelación, pese a lo cual el parque continuaba en servicio, explicaron las fuentes citadas en un reporte del periódico turco Daily Sabah.
Señalaron también que, después de inspeccionar la escena y el resto de las instalaciones, no encontraron ningún dispositivo de corriente residual (DCR) en todo el parque acuático, lo cual es una violación a las normas de seguridad.
Un DCR es un dispositivo que al instante se rompe un circuito eléctrico para evitar daños graves a partir de una descarga eléctrica en curso.
DCA