Uno de los padecimientos que más afectan a las personas que están sometidas a estrés o que atraviesan por diversos cambios hormonales es la migraña, la cual según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, afecta a 30% de la población entre los 18 y 65 años de edad. Las causas de la migraña son varias, y aunque a veces se confunde con la cefalea o dolor de cabeza común, sus características son diferentes.
Una migraña es un dolor de cabeza recurrente, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales.
Según datos publicados por el sitio especializado cuidateplus.com, la migraña puede iniciarse a cualquier edad, pero por regla general empieza en personas entre 10 y 30 años de edad. A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en varones.
SÍNTOMAS DE UN ATAQUE
Las etapas de un episodio de migraña se pueden clasificar de la siguiente manera:
1. Síntomas premonitorios (pródromos)
Aparecen entre dos horas y dos días antes de iniciarse el dolor. Algunos son cansancio, dificultad para concentrarse, aumento del apetito, bostezos y retención excesiva de líquidos. Aparecen en 60% de los pacientes.
2. Aura
Son los síntomas neurológicos transitorios, que se instauran de forma progresiva y provocan alteraciones en la visión en la mayoría de los casos y, en menor medida, de sensibilidad o del lenguaje. Sólo se da entre 15 y 2% de los pacientes y tiene una duración entre 10 y 30 minutos. No todas las migrañas presentan aura. Las auras más frecuentes son la visual, que es la más común. Tiende a ser la de un destello en el campo de visión; la sensitiva, que aparece en 60% de los casos y consiste en una sensación de hormigueo que aparece en los dedos de la mano y se extiende hacia los hombros; la de lenguaje, que es poco frecuente y se caracteriza por presentar problemas para articular palabras o entender a otros.
FACTORES QUE LA DESENCADENAN
Aunque se desconocen las causas exactas que provocan una migraña, existen varios factores que influyen en la misma, siendo los más comunes los siguientes:
Herencia: aunque esta casusa no está totalmente establecida, en algunas formas de migraña se ha podido identificar al gen que la transmite, situado en el cromosoma 9.
Edad: en la infancia la migraña se presenta por igual en niños y niñas. A partir de la pubertad y debido a los cambios hormonales, se dispara la incidencia de migraña en las mujeres.
Estrés y ansiedad: por lo general, las personas que se encuentran sometidas constantemente a estrés por trabajo, o padecen ansiedad debido a otros factores, suelen padecer de fuertes migrañas.
Hormonas: en las mujeres suele agravarse y presentarse de manera más constante (al menos una o dos crisis mensuales) en las épocas de primavera y otoño.Suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales.
Alcohol y dieta: algunos alimentos y bebidas pueden desencadenar la migraña, como el alcohol, especialmente el vino tinto, o comidas con glutamato monosódico o tiramina.
Factores medioambientales: el clima o los cambios de temperatura, las luces deslumbrantes o las fluorescentes, las pantallas de ordenador, los fuertes olores y las elevadas altitudes.
TIPOS DE MIGRAÑA
Cefalea de tensión: presenta un dolor leve o moderado. Puede estar provocado por el estrés, malas posturas, fatiga o depresión.
Cefalea de racimo: es más frecuente en mujeres. El dolor comienza en un lado de la cabeza y se extiende hasta llegar al ojo. Puede durar unos 15 minutos y a menudo ocurre por la noche.
Migrañas crónicas: aparecen durante más de 15 días al mes. Sus causas pueden ser diversas: herencia, uso frecuente de analgésicos, malos hábitos higiénicos o dietéticos, ansiedad o depresión.
Migrañas menstruales: aparece durante el inicio o fin del ciclo menstrual. Suele comenzar a ocurrir en la menarquia y tiende a desaparecer con la menopausia. Existen dos tipos: migraña menstrual pura (ocurre desde dos días antes del sangrado hasta dos días después) y la migraña relacionada (aparecen más episodios de dolor a lo largo del ciclo).
¿CÓMO TRATARLAS?
Existen diversas terapias que pueden ayudar a controlar las migrañas, entre las que se encuentran las farmacológicas y las no farmacológicas. Existen cinco agentes diferentes para su tratamiento individual:
Analgésicos: aspirinas, ibuprofeno, paracetamol o metamizol. Se deben evitar aquellos con barbitúricos, codeína y cafeína.
Antiinflamatorios: sólo están indicados en episodios de leve o moderada intensidad y deben estar prescritos por un profesional médico.
Antieméticos: se usan para crisis de migraña con náuseas y vómitos.
Triptanes: se consideran los medicamentos más efectivos para las migrañas de intensidad moderada o grave.
Betabloqueantes: para migrañas sin aura, por hipertensión arterial o embarazo.
Neuromoduladores: para migrañas con o sin aura, de epilepsia, crónicas o de sobrepeso.
Calcioantagonistas: para migrañas con o sin aura en casos de intolerancia de betabloqueantes o topiramato.
Antidepresivos: para migrañas por depresión.