Una de las agrupaciones más famosas del país y que se ha encargado, a lo largo de varias décadas, de exaltar la belleza y el colorido de nuestro país alrededor del mundo, lo es, sin duda, el Ballet Folklórico de México, creado por la bailarina y coreógrafa Amalia Hernández en 1952 y que se ha presentado en más de 300 ciudades en 60 países, entre ellos Reino Unido, España, Francia, Rusia, Egipto y Estados Unidos.

 

 

 

Ahora la compañía, que se presenta todos los domingos en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, se alista para conmemorar los 100 años del nacimiento de su fundadora, por lo que seguirá presentándose en el mayor recinto cultural del país, además de que dará un par de shows en el Auditorio Nacional, los días 5 y 6 de agosto, el segundo de ellos dentro de la Temporada de Danza Tradicional Patria Grande.

 

 

 
En todas las presentaciones, el público disfrutará de coreografías originales interpretadas por más de 80 bailarines en escena, encargados de reflejar las costumbres, tradiciones, historia y multiculturalidad de México, así como las raíces y el amor por el país que siempre enorgulleció a Hernández.

 

 

 
En el Auditorio la primera función será el sábado 5 de agosto a las 21:00 horas, mientras que un día después iniciará a las 18:00 horas, y en ambas contarán con la participación de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Universidad Autónoma del Estado de México, dirigida por Hilda Saquicoray, además del tradicional Mariachi y coros monumentales.

 

 

 

 

UN ESPECTÁCULO IMPERDIBLE

 

 
Representante de los bailes tradicionales de México, el Ballet Folklórico de México fue fundado por Amalia Hernández en 1952, llevando primero el nombre de Ballet Moderno de México. Su primer éxito fue su propia creación, Sones antiguos de Michoacán.

 

 

 
Su trayectoria se consolidó al participar en el programa de televisión Función de gala, que le significó montar un total de 67 cuadros distintos, uno por semana, con lo que la compañía creció para llegar a 20 bailarines.

 

 

 
A finales de los años 50 comenzó su internacionalización, al ser invitada por las autoridades mexicanas a llevar los valores culturales del país a otras naciones, siendo sus primeras actividades en Canadá, Cuba y Estados Unidos.

 

 

 
El mundo conoció por primera vez piezas coreográficas como Los hijos del Sol, El cupidito, Fiesta veracruzana, Los quetzales, La danza del venado y Navidad en Jalisco, con un elenco que llegó a los 50 bailarines.

 

 

 
Desde entonces, el ballet creado por Hernández se convirtió en el embajador de la expresión bailable de alma mexicana, solicitada su presencia en festivales y países de los cinco continentes, así como ganador de diversos reconocimientos mundiales.

 

 

 
El primer reconocimiento internacional obtenido por el ballet fue su premio en el Festival Internacional de las Naciones en París, Francia, en 1961, como mejor cuerpo dancístico del mundo, y en 1963 Hernández recibió el reconocimiento a su trayectoria de la Agrupación de Críticos de Teatro, Música y Danza de México.

 
Otros blasones son el Premio Roma de 1969, Condecoración Ruben Darío de Nicaragua en 1969, el “Águila de Tlatelolco” 1977 a Amalia Hernández, que otorga el gobierno mexicano, el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México 1992 y ese mismo año el Premio Tiffany en Nueva York.

 

 

 

 

LO QUE DEBES SABER

 

 
Amalia Hernández fue hija del ex Jefe del Departamento del Distrito Federal, Lamberto Hernández, y de Amalia Navarro.

 

 
Nació el 19 de septiembre de 1917 en la Ciudad de México.

 

 
Actualmente, su ballet cuenta con más de 600 integrantes.

 

 
Desde el 11 de octubre de 1959, y hasta la fecha, el ballet se presenta todos los domingos por la mañana en Bellas Artes, función que repite en la noche y los miércoles, es decir, tres funciones a la semana.

 

 
Hernández murió el 4 de noviembre del 2000.

 

 
Algunos reconocimientos con los que cuenta la compañía son el Premio Nacional de las Artes, la Legión de Honor de París, así como el Premio de las Naciones, entre otros.

 

 
Amalia Hernández se rodeó de creadores y artistas mexicanos que aportaron su talento al Ballet Folklórico de México, como Miguel Covarrubias, quien realizó diseños para telones; David Alfaro Siqueiros, quien diseñó un programa de mano especial, y composiciones musicales por Carlos Chávez y Silvestre Revueltas.