Cirujanos maxilofaciales del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), realizaron con éxito el segundo implante de prótesis total de mandíbula en el instituto y el mundo.
La prótesis fue diseñada por especialistas del ISSSTE, en coordinación con ingenieros biomédicos de Estados Unidos, para Itzel Montserrat Pérez Mendieta, de 21 años de edad, que nació con anquilosis temporomandibular (mandíbula pegada al cráneo).
El tratamiento ayudó a Itzel a mejorar su integración social y académica; ahora se siente segura de sí misma y estudia odontología para llegar a ser cirujana maxilofacial y poder ayudar a niños con problemas similares al que ella vivió, precisó el instituto en un comunicado.
“Con la prótesis acabaron años de sufrimiento por cirugías difíciles y tratamientos dolorosos. Toco mi cara y se siente bonito, ya no está la mandíbula incompleta, puedo masticar, morder, sonreír, juntar los dientes, abrir y cerrar la boca”, manifestó la joven paciente durante la presentación del caso médico.
Agregó que eso “me hace sentir bien conmigo misma, porque no lo podía hacer cuando era chiquita. Ahora puedo comer manzana y elote, lo que me era imposible”, precisó Itzel, originaria de Huejotzingo, Puebla.
La prótesis mandibular está diseñada para responder a las necesidades de deficiencia anatómica de Itzel, y todo su tratamiento ha tenido un costo de más de cinco millones de pesos, dado el precio de cirugías, estudios, terapias y atención multiprofesional de alta especialidad que le ha otorgado el ISSSTE a la paciente durante 18 años.
La jefa de Enseñanza de la Coordinación de Cirugía, Laura Leticia Pacheco Ruiz, explicó que los cirujanos maxilofaciales del Instituto, apoyados en estudios de tomografía de la paciente, diseñaron una prótesis exclusiva para Itzel que fue impresa en 3D.
Además, crearon un modelo plástico que reproduce la anatomía de la mandíbula, los componentes de la prótesis y las áreas de tejido óseo a remover durante la cirugía, una guía para planear y ensayar el implante exitoso de la prótesis en la paciente.
“Operamos a Itzel el 19 de octubre de 2016, fue una cirugía con alto grado de complejidad que implicó ocho horas de trabajo. No se puede acceder por la boca de la paciente porque el contacto con saliva pondría en riesgo de infección el procedimiento. Los abordajes se hicieron detrás de las orejas en la base del cráneo y por el frente del cuello para llegar a la mandíbula”, precisó.
A su vez, el cirujano otorrinolaringólogo, Rafael Ordóñez García, certificado por los consejos de Otorrinolaringología y de Cirugía de Base de Cráneo y de Cabeza y Cuello, expuso que además de las deficiencias en el desarrollo óseo que presentaba Itzel por la anquilosis temporomandibular con que nació, sufrió un accidente en motocicleta que le lesionó el tabique nasal.
Ambas condiciones afectaron la vía aérea, y la paciente respiraba por la boca todo el tiempo, por lo cual le operó la nariz corrigiendo su estructura y dejándola en óptimas condiciones funcionales y estéticas.
El tratamiento multidisciplinario previo a la colocación de la prótesis se enfocó a crear las condiciones anatómicas y de desarrollo muscular óptimas para lograr buenos resultados funcionales y estéticos.
Incluyó ortodoncia, terapia de rehabilitación muscular de mandíbula, corrección de deformación facial media del rostro mediante rinoplastia y construcción de pómulos a partir de hueso de la propia paciente tomado de la cresta ilíaca.
grg