En el Partido Acción Nacional (PAN) hay un movimiento surgido de la elección del año pasado y que ha llevado a incomodar, de alguna forma, a los jerarcas albiazules: se trata de la irrupción de los gobernadores que piden ser tomados en cuenta.

 

El PAN, lo sabemos, ha sido en su trayecto un partido institucional, que en el tiempo fue ganando, a través de la lucha democrática, espacios de poder más allá de la representación legislativa; momento cumbre, el año 2000 con el triunfo de Vicente Fox.

 

No obstante, hoy, en el Comité Ejecutivo Nacional, que preside Ricardo Anaya, les ha causado alguna hipersensibilidad el intento de los gobernadores como Javier Corral, José Rosas Aispuro, Miguel Ángel Yunes o Francisco García Cabeza de Vaca de buscar tener un espacio más activo y real en el diálogo con el partido.

 

Temas como el presupuesto o la relación con la federación son rubros que a los mandatarios estatales les interesa ser acompañados de su partido. Sin embargo, nos dicen que, en muchas ocasiones, han encontrado vacíos y falta de acompañamiento de su dirigencia.

 

Es cierto que la vida partidista corre por su complejidad y la de los gobernadores, por el quehacer de gobernar todos los días, pero la pregunta es: ¿por qué no encontrar un espacio real, auténtico y contemporáneo para armonizar ambas visiones?

 

DIVISIÓN EN EL PRI DE CHIAPAS

 

Un grupo de, al menos, 70 militantes del PRI en Chiapas comenzó un movimiento para exigir la salida de su presidente estatal, Roberto Albores Gleason, quien, dicen, tiene la intención de perpetuarse en el cargo a pesar de que su periodo culminó desde agosto de 2015, por lo que desde esa posición podría actuar como juez y parte. Es bien sabido que aspira a ser candidato del tricolor en los comicios del próximo año, cuando se renueve la gubernatura.

 

Además, los disidentes afirman que, de acuerdo a estudios internos, en tres años el partido ha perdido terreno en las preferencias electorales, pues mientras en 2012 tenía 46% de aceptación, en 2015 cayó a 37%, superado por el Partido Verde, que alcanzó 44 puntos porcentuales.

 

Nos dicen que el argumento de Albores para no convocar a la renovación de la dirigencia es porque el Comité Ejecutivo Nacional no ha emitido las directrices para llevar a cabo ese proceso, por lo que seguirá en el cargo hasta que así lo decidan en el edificio de Insurgentes Norte.

 

IMSS-SUPERÁVIT

 

Donde están de plácemes es en el Instituto Mexicano del Seguro Social, que capitanea Mikel Arriola, pues el año pasado registró un superávit financiero por más de seis mil millones de pesos, gracias a los ahorros obtenidos por compras consolidadas, contratación de servicios integrales, disminución del gasto en prestaciones económicas y un aumento de los ingresos de las cuotas obrero-patronales, lo que le permitió no usar recursos de las reservas y alargar la viabilidad financiera y operativa hasta el año 2020.

 

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@JuanMDeAnda

 

 

 

aarl