Dos jóvenes youtubers de Estados Unidos, identificados como Kyle y Jesse trataron de hacer una broma a policías municipales de Tijuana, al decirles que transportaban “un montón de coca” y terminaron siendo víctimas de extorsión por parte de los elementos mexicanos, quienes exigieron 300 dólares y la mitad de la “mercancía” para dejarlos en libertad.
“Cuando llegamos a México, nos estacionamos cerca de unos policías y se nos acercaron de inmediato”, se lee en el vídeo.
Los jóvenes colocaron una gran cantidad de latas del refresco “Coca Cola” en la cajuela del vehículo y ubicaron cámaras escondidas con el objetivo de registrar la reacción de los policías de México al enterarse que el auto transportaba “coca” hacia territorio norteamericano.
Al instante de ser interceptados e interrogados por los uniformados en una revisión de rutina, los youtubers norteamericanos fingen ponerse nerviosos y confiesan que el auto lleva un “montón de coca“, por lo que el conductor es obligado a bajar.
Sin revisar el automóvil para constatar el supuesto cargamento, los representantes de la justicia mexicana llevan al conductor hasta un puesto de control y exigen que les entregue 300 dólares y la mitad de la mercancía para dejarlos en libertad, aunque aclaran que 100 dólares será suficiente.
El joven ofrece la “coca” a cambio de su libertad, pero una mujer policía le contesta “no, no la necesitamos. Vamos a tomar la mitad” y como el detenido no reúne los 100 dólares, le dan la opción de pedir prestado a “amigos”.
Posteriormente al revisar la cajuela, los policías se dieron cuenta que su cargamento era en realidad de refrescos de cola, además se dan cuenta que están siendo grabados, por lo que dejan en libertad a los youtubers, no sin antes ofrecerse a custodiarlos al cruce fronterizo.
Los jóvenes lograron conservar el video y lo colgaron en su canal para ilustrar la corrupción policíaca en México, plataforma donde ya cuenta con más de medio millón de reproducciones.
Anteriormente los muchachos habían grabado la misma broma a policías en Los Ángeles, quienes se rieron al descubrirse víctimas de una broma.
ot