Los muros de una vecindad del Centro Histórico de la Ciudad de México, ocultaban los restos de un recinto de nobles mexicas que habitaron el barrio de Colhuacatonco.
El Instituno Nacional de Antropología (INAH), informó sobre el hallazgo en el terreno calado por la lluvia de la noche anterior; la arqueóloga María de la Luz Escobedo Gómez recorrió los restos de estructuras prehispánicas dispersas al fondo de un predio en la calle república del Perú.
El nombre de Colhuacatonco significa “Lugar donde da la vuelta el agua”, en náhuatl. Este barrio era uno de los siete que pertenecían a Cuepopan, una de las cuatro parcialidades o campan tenochcas, cuyos límites, eran la calle del Organo hacia el norte, República de Chile al oriente, por el sur República del Perú y por el poniente, Allende.
Lo más impresionante de toda la plataforma prehispánica, señala el INAH, es un pequeño recinto que debió estar destinado a las actividades ceremoniales que preserva su piso cuya factura es de calidad semejante a las superficies del Templo Mayot Tenochtitlan.
La evidencia arqueológica hallada demuestra que Colhuacatonco mantuvo una resistencia “pasiva” una vez caída la ciudad de México-Tenochtitlan. “Alrededor de 1525 comenzaron las primeras tareas por parte de los conquistadores para cambiar la traza urbana. Lo que nosotros encontramos en el predio, es que hubo un par de modificaciones de la plataforma prehispánica, por ejemplo se rellenó el espacio de la antesala para ampliarla y dejarla al mismo nivel del pequeño recinto que continuó en uso”.
Todos estos entierros, detalla María de la Luz Escobedo, son contemporáneos y pertenecen a la época del contacto español, y todos fueron dispuestos con sencillas ofrendas: la figurilla de un coyote, un cajete trípode Azteca III (tipo de cerámica que data de 1325-1521), una pulsera de conchas, un par de navajillas de obsidiana, un cajete y una olla miniaturas.
A este descubrimiento se suma el más reciente hallazgo del original Zócalo, en el centro de la Ciudad de México.
aarl