Esta mañana arrancó en la Ciudad de México la aplicación de la norma 024 que obliga a los capitalinos a la separación de sus desechos en cuatro fracciones, las reacciones de los ciudadanos van de la resignación a la indignación.

 

Juan Manuel Fernández vive en la colonia Clavería, y hoy temprano sacó su basura y la entregó al camión recolector, sólo tiene un día para hacerlo y no le habían informado los trabajadores de limpia de la nueva disposición.

 

Recibe el tríptico y sólo le viene una idea luego de la explicación que le dan los trabajadores de limpia, “es una jalada”.

 

“Por qué les tenemos que hacer su chamba, ellos tienen que separarla, al rato van a querer que les manejemos el camión”, reclama indignado.

 

Esta nueva forma de separación considera, esconde un gran negocio para alguien, pues dividir los desperdicios en orgánicos e inorgánicos era suficiente.

 

Sin embargo, expresa que no tendrá más opción que obedecer la nueva norma, pues le advirtieron los trabajadores de limpia que de no hacerlo, no se llevarían su basura.

 

“Si empiezan a hacer eso pasará que la gente va a tirar su basura por las noches y donde caiga”, dice.

 

Los voluntarios que trabajan en la ruta 5 que da servicio de recolección de desechos en Clavería han repartido toda la semana información y pegado carteles por toda la colonia.

 

“Si la gente no está con nosotros, esto simplemente no va a funcionar, todos debemos poner un poquito de nuestra parte, pero así como hay gente que participa, hay quienes nos reportan, nos reclaman y hasta avientan las bolsas al camión y nos dicen, ahí está, separarla”, expresa Gabriel Camacho, mientras recibe bolsas con basura.

 

En su pantalón carga decenas de trípticos, y relata que hace lo que le piden sus jefes; sin embargo, todo tiene un límite y recuerda una ocasión en la que una mujer lo reportó por que supuestamente no se llevó sus desechos, “fuimos con el encargado y la señora necia, ¿a ver, ganale a una ñora a discutir?”.

 

Otra vecina refiere que será complicado organizarse para la nueva disposición y también opina que en orgánicos e inorgánicos era suficiente participación de los ciudadanos para separar la basura.

 

“Habrá que comprar más botes, pero ni modo, si dicen que es mejor, pues les tendremos que creer”, dice y continúa su conversación con su vecina, ambas todavía en pijama.

 

JMSJ