Standard & Poor’s mejoró la perspectiva de las calificaciones de largo plazo de México de negativa a estable, con lo cual “apagó” la alerta que encendió en agosto de 2016.
Este martes, la agencia internacional revirtió la acción que tomó hace casi 11 meses, debido a las expectativas en aquel momento de un aumento de la deuda gubernamental, y el riesgo de bajar la nota BBB+ en los 24 meses siguientes.
La calificadora señaló que “el cambio en la perspectiva refleja la reducción de riesgos en materia de deuda y de pasivos contingentes durante los próximos 24 meses”.
Reconoció además la “reacción pronta y eficaz de las autoridades actuales” ante los recientes choques negativos como los de tipo de cambio. La perspectiva estable refleja la mejora del balance fiscal de México, el cual es resultado de la política fiscal del gobierno y el persistente crecimiento económico.
La calificadora enfatizó que la reforma fiscal apoyó de manera sustantiva para hacer frente al decrecimiento en los ingresos petroleros.
El crecimiento de la deuda, aunado a un débil crecimiento motivó, el año pasado, acciones de otras agencias como Fitch y Moody’s, que si bien mantuvieron la calificación soberana de México, revisaron a la baja la perspectiva.
La deuda del sector público se elevó hasta representar 49% del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, 27 puntos más que en 2007.
S&P confirmó ayer las calificaciones soberanas de México en moneda extranjera y local, de largo y corto plazo.
caem