Te sorprenderías si enlistamos a los pilotos mexicanos que han intentado tener éxito en la serie NASCAR de los Estados Unidos. Uno de ellos fue Pedro Rodríguez, y no tuvo la suerte que sí disfrutó en otras categorías pero detrás de él siguieron muchos.
Daniel Suárez es un piloto de Monterrey que comenzó en el karting del Río Santa Catarina pero que, curiosamente, desde muy joven, decidió seguir una carrera profesional en NASCAR y sólo NASCAR.
No necesito decir mucho más porque la trayectoria de Suárez se explica por sí misma, y también lo que representa en nuestros días para el automovilismo de México y la gente del otro lado de la frontera.
Su llegada a la serie principal se adelantó un año coincidiendo con el gran éxito que logró con el campeonato de la serie X-Finiti. Y aunque todo mundo esperaba, lógicamente, un año de adaptación, incluso con algunos errores, el paso de Suarez es más que sorprendente.
Trabaja con el equipo de Joe Gibbs, lo que representa un impulso importante para la carrera de cualquier piloto, pero en el caso de Suarez ha sido un detonador de cualidades que los expertos en Estados Unidos solamente pueden distinguir en pilotos “fabricados” en los Estados Unidos.
Cuando hemos llegado a la media temporada Daniel Suárez está en la cima de la clasificación para ganar el trofeo Novato del Año, y entre otros logros: siete veces terminando en el top 10, ha completado el 98.7 % de las vueltas giradas del total de la serie y se encuentra en la posición 18 del campeonato.
De acuerdo a la opinión de muchos esta actuación, tremendamente productiva de Suárez, muestra que se trata de un piloto natural de NASCAR, algo que apenas meses atrás en los Estados Unidos y en Latinoamérica era impensable.
Éste regiomontano es, sin duda, un piloto que evolucionó un par de etapas por encima de otros pilotos incluso norteamericanos que han intentado entrar en el “spin” de alta competencia de NASCAR, y no se ve absolutamente complicado por ello.
Su jerarquía se establece gracias a que es un piloto muy rápido en tanques ligeros, muy consistente en estrategia, pero ante todo muy inteligente para tomar decisiones en carrera, cosa que en el ámbito de NASCAR es oro molido.
No me extrañaría que se convirtiera en uno de los nuevos ídolos de las comunidades mexicanas en los Estados Unidos y, probablemente, su alcance tenga un impacto latino americano. Ahora sólo nos queda esperar que los medios populares puedan jerarquizar a Daniel Suárez como el piloto triunfador y ejemplar que y que, seguramente, en se agrandará el futuro cercano, como muy pocos deportistas mexicanos pueden hacerlo a nivel internacional. ¿Se darán cuenta?
caem