WASHINGTON, DC.- Mientras libra intensos combates contra ISIL (Estado Islámico), al Qaeda, Corea del Norte o Rusia, la Casa Blanca trata de reducir recursos a otra guerra, de consecuencias más devastadoras.
Se trata de la crisis de salud pública originada por una expansiva adicción a la heroína y opiáceos (derivados del opio) que, con la aparición del Fentanyl y otras drogas sintéticas, la convierten en una creciente epidémia que aumenta 25% cada año, de acuerdo a la Evaluación Nacional de la Amenaza de Heroína 2017, que cita la declaracion de emergencia de estados como Massachussets, Maryland y otros de la Costa Este, solicitando recursos federales a la Casa Blanca y Departamento de Salud, para enfrentar el problema.
Sólo el año pasado, 59 mil 779 personas murieron por sobredosis, según la Evaluación Nacional Sobre la Amenaza de todas las Drogas Ilegales 2016, elaborado por la DEA (Agencia Antidrogas).
Mientras la Asociación Nacional de Hospitales reportó que las salas de emergencia atendieron a millones más por sobredosis, rescatándolos de la muerte, con tratamientos y procedimientos cuyos costos se estiman en 420 mil millones de dólares al año, incluyendo 81 mil millones de dólares que cuesta a empleadores de más de 14 millones de adictos, de acuerdo a reportes estatales y federales.
En 2015, 276 mil adolescentes usaban algún derivado del opio para dolores, pero en menos de un año 122 mil eran ya adictos, 21 mil de ellos revelaron haber consumido heroína y más de 5 mil se declararon adictos; además de 6 mil que recibieron tratamiento para dejar esa droga, según un reporte de la Sociedad Americana de Medicina y Adicciones.
La muerte de mujeres se ha cuadruplicado también, advierte el documento.
De acuerdo a legisladores demócratas, republicanos y especialistas en Salud Pública, en su obsesión de revocar ObamaCare, el presidente Donald Trump cancelaría millones de dólares en recursos federales a Medicaid, despojando de atención medica a más de 8 millones de personas que bajo ese plan de salud, ahora reciben tratamiento para dejar las drogas, como si de tratara de ir al dentista o médico general, lo que podría agudizar aún más el abuso de heroína y derivados del opio.
ORIGEN DE LA EPIDÉMICA ADICCIÓN A OPIÁCEOS
Esta letal epidemia surgió cuando científicos de Purdue Pharma LP siguiendo investigaciones para el uso de Thebaine, una forma de opiáceo alcalino inventado en Alemania en 1916 desarrollaron OxyContin, que, una vez aprobado por la FDA (Administración de Drogas y Alimentos), en 1995, promovieron su uso con apoyo de médicos como Alan Spanos, vendiéndolo como “cura mágica”, asegurando que menos del 1% de pacientes que lo consumieran, enfrentaba el riesgo de adicción.
Conscientes del potencial económico de la venta de esta droga legal, lanzaron grandes campañas promocionándola como la cura para todo tipo de males, de dolores de espalda a artritis.
Las ventas de opiáceos aumentaron meteóricamente, de 45 millones de dólares en 1996, mil 500 millones de dólares en 2002; 3 mil millones de dólares en 2009 hasta cerca de 5 mil millones de dólares en 2015.
En 2014, los médicos escribieron 240 millones de recetas de OxyContin, un promedio de 650 mil diarias, lo que convirtió a Estados Unidos en el consumidor del 80% de derivados del opio en el mundo.
Al percatarse de la magnitud del problema de adicción, ampliamente documentado por el Centro de Prevision y Control de Enfermededes de Estados Unidos y la venta de recetas en el mercado negro, la Administración Federal Antinarcóticos, DEA, tomó cartas en el asunto y de tajo estableció más controles, que subieron el precio de esas drogas a casi 80 dólares por pastilla, lo que dejó en el limbo a millones de consumidores de opiáceos.
EFECTO DE LA LEGALIZACIÓN DE LA MARIGUANA
Ante esta situación y la baja en ventas de mariguana, a causa de la legalización para consumo médico o recreativo en más de 39 estados de la Unión Americana, los cárteles de droga mexicanos analizaron esta realidad e implementaron una nueva estrategia: cambiar la producción de mariguana por la de heroína (opiáceo), que aumentaron en 59%, e inundar todos los mercados de drogas de Estados Unidos para ocupar el vacío en el consumo de derivados del opio, de acuerdo a la Evaluacion Nacional Sobre la Amenaza de la Heroína 2017.
Con intensas campañas -similares a la de los laboratorios Purdue– los cárteles de droga bombardearon con mensajes de texto a potenciales consumidores, anunciando “especiales de dos por uno” los fines de semana, regalando “muestras” o recompensando a quien los refiriera, dice el profesor Emilio Viano, experto en la lucha antinarcoticos, de la Universidad Americana.
Dice que así lograron atrapar a abuelos, padres, madres de familia, con sus hijos o nietos, con heroína hasta de 40% de calidad (comparada al 10% que se vendía) a precios de 25 dólares por onza, nada comparable a 80 dólares por una pastilla de OxyCodone, HydroCodone, OxyContin y otros, lo que generó un incremento en muerte por sobredosis y una extraordinaria expansión del problema, sin que las autoridades de salud pudieran digerirlo y menos enfrentarlo.
La senadora Dianne Feinstein, de California, fue una de las primeras en advertir sobre los letales efectos de esta epidemia, que la senadora Amy Klobuchar, de Minnesota calificó de devastador, seguida de muchos otros legisladores que tratan de promulgar leyes para detener la muerte de casi un centenar de personas al día.
Esta incontenible epidemia arrasa la vida de víctimas de 7 a 90 años, ricos y pobres, educados e iletrados, de todas las razas, ocupaciones o credos, en la crisis de drogas más letal y preocupante que se haya conocido en la historia de Estados Unidos y rebasó a accidentes automovilísticos, homicidios y enfermedades como la principal causa de muerte, de acuerdo a reportes del Centro Nacional de Prevencion de Enfermedades (CDC).
En los estados de Massachussets, Maryland y otros de la Costa Este de Estados Unidos, familias enteras son víctimas de esta alarmante adicción que, de acuerdo al Centro de Prevención y Control de Enfermedades, CDC, a los 20 millones 800 mil adictos a drogas ilícitas y alcohol, se suman diariamente millones de niños, adolescentes, jóvenes, adultos o ancianos de ambos sexos que mueren por sobredosis de heroína hasta de 40% de pureza, ademas de Oxycodona, Oxycontin, Sulfato de Morfina y Fentanyl.
Urgen a combatir adicción
La Agencia Antidrogas de EU (DEA) propuso reducir un 20% la producción de opiáceos en 2018, en medio de la epidemia de sobredosis por adicción a este tipo de potentes fármacos.
La iniciativa de la DEA se concentra especialmente en los calmantes opiáceos más comunes como oxicodona, codeína y fentanilo.
“Los médicos, farmacéuticos y pacientes deben reconocer los riesgos inherentes a estas poderosas medicinas, especialmente en el uso a largo plazo”, afirmó Chuck Rosenberg, director interino de la agencia federal en un comunicado.
En marzo, el presidente de EU, Donald Trump, anunció la creación de una comisión para buscar soluciones al aumento de muertes por adicción a la heroína y los opiáceos la cual publicó un informe provisional pidiendo al mandatario que declarara la epidemia de opioides como una emergencia sanitaria nacional.
caem